Los taxistas de Madrid protagonizaron ayer, en protesta contra la regularización de los VTC, su octavo día de huelga. Tenían intención de «petar» Madrid y la jornada terminó con su desalojo del paseo de la Castellana, protestas y lanzamiento de huevos frente a la sede del PP y movilizaciones en la Puerta del Sol. Tras más de una semana de huelga, que coincidió en sus primeros días con la celebración de la Feria Internacional del Turismo (Fitur), los taxistas trasladaron su protesta al centro de la capital en protesta por la regulación de los vehículos de VTC. Varios cientos de taxistas se desplazaron caminando hasta la sede del PP, donde cortaron la calle entre Génova y la plaza de Colón a gritos de «Garrido, dimisión» y lanzaron huevos contra el inmueble. Por la tarde, más de un millar de taxistas se concentraron en la Puerta del Sol, frente a la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional. Garrido lamentó que el sector del taxi haya sido el único en decir «radicalmente no». Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid instó al Gobierno regional a «negociar de forma urgente» para resolver el conflicto.

Por su parte, el Gobierno catalán anunció ayer que tiene previsto aprobar hoy mismo el decreto que obliga a precontratar el servicio de un vehículo de alquiler con conductor (VTC) con una antelación mínima de 15 minutos, y que habilitará al Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y a entes locales a ampliar esa horquilla, una situación que el sector ya ha avanzado que obligará a presentar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

El representante de Élite Taxi Barcelona Alberto Álvarez, alias Tito, aseguró ayer que el sector del taxi está «alucinando» con que un ministro de Interior como Fernando Grande-Marlaska, «de izquierdas y gay» haya mandado «reprimir» la protesta de taxistas de ayer en Madrid.