La Policía Nacional ha interceptado ocho toneladas de cocaína con destino al mercado negro europeo en dos buques, uno de ellos un pesquero venezolano que transportaba 2,4 toneladas de esta droga y el otro un barco que navegaba con 5,5 toneladas en aguas de Ecuador.

En esta última operación, la Policía Nacional y la de Ecuador detuvieron a 24 personas que formaban parte de «una gran organización» de narcotráfico entre España y Sudamérica.

El alijo de 5.529 kilos de cocaína fue intervenido por la Policía de Ecuador en un barco que navegaba en aguas de su jurisdicción.Por su parte, el pesquero venezolano con 2.400 kilos de cocaína fue capturado por las fuerzas de seguridad españolas tras ser interceptado por el buque Petrel en aguas de Martinica, departamento francés situado en el Caribe.

La investigación que permitidó aprehender este importante alijo de cocaína se puso en marcha en enero, con la colaboración del departamento antidrogas de Estados Unidos (la DEA) y las Policías del Reino Unido y Portugal.

El pesquero con los 2.400 kilos de cocaína fue localizado en marzo, aunque su abordaje por parte de los agentes embarcados en el buque Petrel no se produjo hasta el pasado 4 de mayo. Al parecer el refuerzo del control que se ejerce en los puertos europeos parece haber hecho cambiar de estrategia a las mafias del narcotráfico, que vuelven a recurrir a barcos nodriza.

La de Ecuador está considerada una de las mayores aprehensiones de cocaína de la historia con destino a España y desveló un novedoso modus operandi de los narcotraficantes para este tipo de envíos transatlánticos que consistía en cruzar el Canal de Panamá. El plan de los narcotraficantes era que, una vez que el mercante cruzara Panamá y el Atlántico, embarcaciones rápidas o de recreo partieran desde Galicia para introducir la droga en España.