La Gendarmería marroquí ha impedido a unos 300 inmigrantes subsaharianos alcanzar la frontera de Ceuta y ha advertido de la presencia de más personas escondidas en los bosques cercanos a la espera de un posible asalto masivo.

Según han informado a Efe fuentes policiales en la ciudad autónoma, la Gendarmería interceptó a los inmigrantes cuando se encontraban esta madrugada a unos tres kilómetros de la frontera ceutí en la localidad de Castillejos.

Los agentes marroquíes dispersaron al grupo de inmigrantes subsaharianos para evitar que se acercaran a la zona más próxima a la frontera e intentaran un nuevo intento de entrada masiva.

La actuación se produjo alrededor de la una de la madrugada y los inmigrantes abandonaron el lugar, dispersándose en pequeños grupos por distintas zonas.

Tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional permanecen en situación de alerta en la frontera ceutí, sobre todo después de que las fuerzas marroquíes hayan notificado la presencia de unos 700 inmigrantes en los montes de Beliones, un pueblo situado junto a la frontera norte de Benzú y por el que nunca se han producido asaltos masivos.

Habitualmente, los inmigrantes se suelen concentrar cerca de la frontera sur del Tarajal, por donde intentan los asaltos al ser favorable el terreno, por ser un acceso llano.

La zona de Benzú está marcada por continuas pendientes del terreno que dificultan los accesos, y por este paso sólo acceden a Ceuta los habitantes de la población de Beliones, gracias a un permiso especial.

El último asalto masivo a la ciudad autónoma se registró el pasado día 6 de febrero y desde entonces no se ha advertido ningún nuevo intento.