La grave inundación de los túneles del AVE en Girona, que mantiene paralizado el servicio hasta Figueres (Alt Empordà) y Francia desde el pasado lunes, se produjo por una entrada masiva de agua en el pozo de ataque que se usó para introducir la tuneladora por el sur de la ciudad, según ha podido comprobar este diario y han confirmado los Bomberos de la Generalitat.

Las fuertes lluvias torrenciales del lunes elevaron al máximo el caudal del río Güell, que pasa al lado del pozo y circula en paralelo a la línea del AVE en ese punto. Esa circunstancia, unida al agua torrencial que bajaba por una canalización abierta que en ese punto desemboca en el río, derribó el endeble muro de contención, de poco más de un metro, que Adif había levantado para evitar una posible entrada de agua en el pozo.

Fuentes de los bomberos se han mostrado sorprendidas por la pocas medidas de contención que la compañía gestora de la infraestructura había construido en ese punto sensible con el fin de evitar inundaciones. Además de su escasa altura, el muro estaba construido con tochos y estos no estaban debidamente consolidados con la losa de cemento que rodea el pozo.

Investigación oficial

Portavoces de Adif no han desmentido esta versión pero se han mostrado cautos a la espera del resultado de la investigación oficial. En todo caso, han confirmado que el agua no entró en el túnel por una filtración de las galerías y que la causa de las inundaciones pudo ser por del desmoronamiento de un túnel.

La compañía sigue con los trabajos de bombeo del agua acumulada en la zona norte de la ciudad, donde las galerías del AVE alcanzan la cota más baja, de unos 36 metros de profundidad, para poder pasar por debano del río Ter. "Seguimos bombeando y ahora calculamos que solo quedan unos 3,5 metros de agua. Cuando podamos entrar en el túnel veremos los daños que han causado las inundaciones y podremos hacer una previsión de cuando se puede volver a poner en marcha el servicio", han precisado.