Una excepcional nevada sorprendió ayer por la tarde a buena parte de Cataluña, incluida la ciudad de Barcelona, que celebró la sobremesa dominical con copos de nieve aunque no se colapsó. Las escasas dos horas de nevada no permitieron que las calles se cubrieran de blanco pero mojaron el pavimento de las principales carreteras y autopistas, que sufrieron retenciones durante toda la tarde y noche.