La Fiscalía de Málaga investiga una supuesta agresión sexual cometida sobre un menor de 14 años, con una discapacidad del 41%, por parte de dos hermanos de 11 y 14 años con los que comparte centro escolar. La supuesta agresión se habría cometido el pasado verano, pero los agresores habían amenazado al menor para que no contara nada, y no fue hasta después de una pelea escolar hace tres meses cuando el hecho salió a la luz. La defensa de la víctima, que se encuentra bajo tratamiento psicológico y no contó nada “por vergüenza”, ya ha pedido la expulsión y el cambio de centro de los menores agresores. La Fiscalía de Menores ya ha abierto diligencias contra el mayor de los agresores, que ha llegado a asegurar que la agresión se produjo en el 2016, cuando tenía 13 años, y, por tanto, era inimputable, mientras que se ha iniciado el procedimiento de reeducación del menor de 11 años.

Según ha explicado el abogado de la víctima, el pasado mes de octubre se produjo un enfrentamiento en el recreo del instituto donde estudia la víctima. El director llamó a los dos alumnos a su despacho para esclarecer los motivos de la pelea, y allí salió a relucir la agresión sexual cometida por uno de los dos chicos y su hermano pequeño, de 11 años, en las instalaciones de una piscina municipal. El supuesto agresor no negó los hechos, pero culpó de los mismos a una cuarta persona, amiga de la víctima. El director del centro interrogó a este chico, quien explicó haber visto cómo el supuesto agresor y su hermano se llevaron por la fuerza a su amigo a un cuarto alejado de la piscina y le obligaron a realizar ciertas prácticas sexuales con ambos agresores.

TESTIGO INTIMIDADO

Este testigo, que narra incluso una violación al menor discapacitado que la víctima aún no ha reconocido, presenció los hechos escondido detrás de una puerta, pero en un momento dado la puerta se movió y los agresores se dieron cuenta de que estaban siendo observados, por lo que cesaron la agresión y salieron en pos del testigo, a quien identificaron y siguieron hasta su casa. Desde entonces, los supuestos agresores también le han amenazado e intimidado para que no contara nada de lo sucedido, según ha confirmado incluso su propia madre.

Tras conocer la versión de víctima, supuesto agresor y testigo, el centro educativo activó de inmediato el protocolo de abusos sexuales en el centro, dado que víctima y agresor llevaban desde el inicio de curso compartiendo al menos dos clases, según adelantó Diario SUR. Así, el abogado del menor discapacitado ha solicitado la expulsión del supuesto agresor y su traslado de centro, a fin de que la víctima pueda continuar en su entorno.

La madre del menor se enteró de lo ocurrido por la dirección del centro y el amigo de su hijo, por lo que presentó una denuncia en comisaría y ahora se ha personado en las diligencias judiciales. El Juzgado de Menores número 1 de Málaga ha abierto diligencias de reforma contra el supuesto autor de la agresión sexual en un auto firmado el pasado 19 de enero, mientras que contra el menor de 11 años, al ser inimputable, se ha iniciado un expediente de rehabilitación. El caso recuerda a la supuesta violación grupal destapada la semana pasada en un pueblo de la Sierra de Cazorla (Jáen), donde un menor de 9 años acusa a varios compañeros de centro educativo de una agresión sexual cometida en las instalaciones escolares. La Fiscalía de Menores ha terminado archivando el caso dado que todos los agresores son menores de 14 años y por tanto inimputables. Todos ellos permanecen expulsados del centro en estos momentos.