Investigadores del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP) han hallado una nueva especie de dinosaurio carnívoro que vivió en los Pirineos. Esta nueva especie, bautizado como 'Tamarro insperatus', estaría emparentada con las aves actuales y ha sido descubierta tras analizar unos restos fósiles hallados en 2003 en unas excavaciones en la Conca Dellà (Pallars Jussà).

El fósil hallado en esta región de Lleida pertenece a un hueso del pie del animal y ha ayudado a los científicos a determinar que se trata de un troodóntido, un grupo de pequeños dinosaurios emplumados. Esta familia de dinosaurios estaba muy extendida por zonas de Norteamérica y Asia, pero hasta ahora eran desconocidos en Europa.

Posibles orígenes asiáticos

Posibles orígenes asiáticosA partir de la información recabada en la excavación se ha determinado que este animal todavía no se encontraba en su adultez, en la que habría alcanzado un máximo de 1,5 a 2 metros de longitud y unos 20 kg de peso. A pesar de ser el más grande conocido dentro de su subgrupo hasta ahora, es probable que se tratara de un animal carroñero o que se dedicara a cazar pequeños reptiles, mamíferos o incluso insectos, ya que difícilmente podría haber atacado a animales mucho mayores que él.

"Cortamos láminas muy finas del hueso fosilizado y las observamos en el microscopio", ha detallado Sallés. "Las líneas de parada del crecimiento del interior del hueso nos cuentan que este animal aún no era un adulto cuando murió".

Según el estudio publicado en 'Scientific Reports', este hallazgo se ha convertido en la primera evidencia de la existencia de jinfengopterígidos en Europa, un subgrupo de troodóntidos de origen asiático.

Su presencia en el sur de los Pirineos parece reforzar la hipótesis de que a finales de la época Cretácica se sucedieron varias oleadas migratorias de dinosaurios provenientes de Asia y que se instalaban en Europa.

Escasez de restos fósiles en los Pirineos

Los investigadores, liderados por Albert G. Sellés del ICP, lo han bautizado como 'Tamarro insperatus', en alusión al tamarro, una criatura mitológica típica de la comarca catalana en la que se han encontrado los restos y que, en el imaginario popular, es extremadamente difícil de encontrar. También por la traducción en latín de 'inesperado', debido a la escasez de restos fósiles de dinosaurios carnívoros que se han hallado en los Pirineos.

"Tal y como las aves actuales, los huesos de los pequeños dinosaurios terópodos eran huecos para aligerar el peso del animal", ha explicado Sellés, quien ha querido ahondar en una posible explicación para la ausencia de huesos. "Esta fragilidad dificultaría la preservación y fosilización de los esqueletos de estos animales".

Nunca se había logrado encontrar un hueso de estos animales hasta ahora, que el 'Tamarro insperatus' se ha sumado a las pocas especies conocidas de dinosaurios carnívoros hallados en el suroeste europeo.