El Grupo de Mecánica Espacial del Instituto Universitario de Matemáticas y Aplicaciones (IUMA) de la Universidad de Zaragoza han descubierto un nuevo planeta extrasolar gigante en el sistema estelar triple Gliese 22, al que han denominado "Bb".

El nuevo planeta tiene un tamaño de 0,015 masas solares, es decir 5.000 veces la masa de la Tierra y 16 veces la de Júpiter, y se encuentra a dos millones de veces la distancia que separa la Tierra del Sol, ha informado en un comunicado la Universidad de Zaragoza.

Hasta ahora, el mayor de los exoplanetas era HAT-P-2b, descubierto por astrónomos del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics, con ocho veces la masa de Júpiter.

La Universidad de Santiago de Compostela, como líder, junto con el Special Astrophysical Observatory de Rusia y el Instituto Max Planck de Alemania, han participado también en estos trabajos de investigación, que se han publicado en el último ejemplar de la revista Astronomy&Astrophysics.

Este descubrimiento, según las fuentes universitarias, es importante más allá del dato de su tamaño, ya que es la primera vez que se pone de manifiesto astrométricamente la existencia de un planeta extrapolar (que está fuera del sistema solar).

Hasta ahora todos los descubrimientos de planetas fuera del sistema solar, lo han sido bien por el método de velocidades radiales (detectando el efecto Doppler en las líneas espectrales de la estrella) o bien por la variación de la luz de la estrella al producirse tránsitos del planeta por delante de ella.

En este caso, el sistema Gliese 22 está formado por tres estrellas de baja masa: Aa, Ab y B.

Las componentes Aa y Ab forman un sistema binario (par cerrado) de modo que las dos están moviéndose en torno al centro de masas del sistema, mientras que la componente B, más alejada, lo está haciendo alrededor de las dos anteriores.

La posible existencia del planeta se detectó alrededor de la componente B una vez aplicada una novedosa metodología, explican desde la Universidad de Zaragoza.

El primer paso de la misma ha sido la determinación precisa de la órbita del par cerrado y luego la reducción a su centro de luz de las posiciones de la componente B.

Al final de este proceso resultó para esta componente B un movimiento sinusoidal, sólo explicado por la presencia de otro cuerpo a su alrededor.