Un juzgado de Valencia investiga las causas y las circunstancias de la muerte el lunes de un interno marroquí de unos 25 años en el centro de internamiento para extranjeros (CIE) de la capital valenciana. Juan Carlos Fulgencio, delegado del Gobierno en la comunidad, apuntó ayer que el joven se suicidó y confirmó que horas antes de los hechos el interno fue trasladado a una celda de aislamiento por las heridas que había sufrido en una pelea con un «grupo rival».

«En los escasos minutos que pasaron entre un control y otro, parece ser que decidió quitarse la vida», señaló Fulgencio, que afirmó que las cámaras del centro grabaron los hechos y que las imágenes han sido puestas a disposición judicial. Al parecer, se ahorcó con una camiseta. El joven, desveló Unidas Podemos, llegó a Valencia procedente de otro CIE en Andalucía y no tenía orden de expulsión pero sí una de permanencia en uno de estos centros de entre 60 y 90 días.

La Plataforma CIES No de Valencia exigió al Gobierno «una investigación urgente, rigurosa e independiente para conocer las circunstancias en las que se produjo la muerte [...], así como que se depuren responsabilidades al respecto». «Son hechos gravísimos. La ciudadanía necesita saber cómo se ha producido la muerte de esta persona bajo custodia del Estado español», afirmó Adrián Vives, el portavoz. Además, esta plataforma denuncia que, pese a que un auto judicial les habilita para ello desde el 2011, se les denegó «por cuestiones de seguridad» el acceso al centro de la calle de Zapadores ayer por la mañana para tratar de recabar datos sobre el suceso.