"Las cuentas finales se harán con calma", dijo a mediodía del martes el fiscal de Bari, Giuseppe Volpe, sobre el número de muertos, desaparecidos y rescatados del ferri italiano Norman Atlantic, incendiado en la madrugada del pasado domingo frente a la isla griega de Corfú. Hasta el martes, los fallecidos ascendían oficialmente a 11, después de que se hubiera recuperado otro cuerpo del agua, aunque a la cifra hay que añadir dos marineros albaneses, fallecidos al ser golpeados por el cable con el que intentaban sujetar el ferri incendiado para llevarlo hacia Vlora (Albania), el puerto más cercano al lugar hasta el que ha sido empujado el buque por un viento que desde el domingo sopla a unos 50 kilómetros por hora.

"¿En nombre de qué los albaneses intentan recuperar el barco?", se preguntó el fiscal, que avisó de que "quien lo toque comete un delito, porque está judicialmente embargado". Volpe resumió que en la nave viajaban 499 personas, o sea, 21 más de las 478 declaradas por la naviera que organizaba la travesía Patras-Igoumenitsa-Ancona.

CLANDESTINOS Explicó también que entre los supervivientes figuran tres inmigrantes clandestinos y añadió: "Desgraciadamente, tememos que cuando se logre recuperar el ferri encontraremos otros muertos, ya que los clandestinos suelen viajar escondidos en la bodega". El fiscal añadió por sorpresa que en el recuento "faltan aún 179 personas" y, frente a la incredulidad de los informadores, explicó que "muchísimos, casi todos, esperemos que sean todos", se encuentren en dos naves mercantes que, tras haber respondido al SOS del Norman Atlantic, viajan hacia Grecia. No está decidido qué fiscalía se ocupará del caso, ya que el incendio no sucedió en aguas italianas, sino griegas. Tampoco se sabe dónde terminará definitivamente la nave, que no podrá permanecer mucho tiempo en el pequeño puerto de Vlora sin colapsar su actividad. De hecho, el armador de la sociedad italiana Barretta, a la que la fiscalía ha confiado la recuperación del ferri, informó ayer de que sus marineros serán bajados desde un helicóptero militar hasta la cubierta del barco y que, tras comprobar en qué estado se encuentra, se decidirá si prosigue hacia Albania o es remolcado hasta Brindisi, en el sur de Italia.

Fuentes judiciales indicaron que los tres elementos fundamentales de la investigación serán la identificación de la causa del incendio, por qué no se activó inmediatamente la alarma y la presencia de polizones entre los pasajeros. A esto se añadirán las eventuales acusaciones contra la naviera griega que había alquilado el ferri a una sociedad italiana, por las divergencias entre el registro de pasajeros y el número y la identidad de las personas embarcadas.

El capitán de la nave y el armador italiano también están siendo investigados, aunque de momento se trata solo de una formalidad para que los magistrados puedan interrogarles oficialmente. La justicia griega también ha abierto un sumario y varios supervivientes griegos se han preguntado frente a los micrófonos de distintas emisoras por qué "transportan pasajeros unos barcos preparados para llevar camiones". Cinco cadáveres y 214 pasajeros del ferri llegaron el martes por la noche a Italia a bordo de la nave anfibia San Giorgio, que el domingo y el lunes funcionó como base de las complejas operaciones de salvamento realizadas en condiciones climáticas consideradas "imposibles". "Al límite del heroismo", comentó el jefe del Gobierno, Matteo Renzi, felicitando a las Fuerzas Armadas.