Jeffrey Epstein, el multimillonario imputado por explotación sexual de menores, tenía un peculiar sueño en mente: quería sembrar la raza humana con su ADN utilizando para ello a mujeres en su rancho de Nuevo Mexico. Así lo afirma en exclusiva 'The New York Times', que cita a personas del entorno de Epstein conocedoras de este proyecto. Según el diario, durante años el polémico financiero confió esta idea a varios científicos aunque no hay evidencias de que la pusiera en práctica.

Según 'The New York Times', a principios de la década del 2000, Epstein expuso sus ideas a científicos y empresarios. Quería usar su rancho en las afueras de Santa Fe (Nuevo México) como base donde las mujeres serían inseminadas con su esperma y darían a luz a sus hijos. El objetivo era inseminar a 20 mujeres cada vez.

Esta idea se enmarca en el interés mostrado por Epstein en el transhumanismo, el movimiento que apuesta por mejorar la especie humana a través de tecnologías como la ingeniería genética o la inteligencia artificial. Una teoría que los críticos ven como una versión moderna de la eugenesia, el desacreditado campo que buscaba mejorar la raza humana a través de la manipulación genética.

ACREDITADOS CIENTÍFICOS

Según 'The New York Times', Epstein utilizó su poder económico y su influencia para ponerse en contacto con acreditados científicos a los que comentó su proyecto. Ese poder le facilitó entrar en contacto, entre otros, con el mismo Stephen Hawking, con los Nobel de Física Murray Gell-Mann y Frank Wilczek, con el paleontólogo y biólogo Stephen Jay Gould, con el neurólogo Oliver Sacks o con el ingeniero molecular George M. Church, que ha trabajado en identificar genes susceptibles de ser alterados para crear seres humanos superiores.

Siempre dispuesto a financiar investigaciones que otros rechazaban, Epstein agasajaba a los científicos con fiestas en su mansión de Manhattan, a las que asistían atractivas mujeres con impresionantes curriculums académicos--, comidas en Harvard o conferencias en su isla privada. Una vez, embarcó a varios de estos, incluyendo a Hawking, en un viaje en submarino.

Dos de los científicos que han aportado su testimonio son el psicólogo cognitivo Steven Pinker, que califica a Epstein de "impostor", y el fundador de la realidad virtual, Jaron Lanier, que ha cuestionado la rigurosidad del millonario. Pinker relata cómo una vez Epstein criticó los esfuerzos para combatir el hambre y dar asistencia sanitaria a los pobres porque, decía, ello aumentaba el riesgo de superpoblación. Pinker rechazó y rebatió sus argumentos. Nunca más fue invitado a las citas organizadas por el millonario. Lanier cree que Epstein invitaba a mujeres a sus fiestas con vistas a seleccionarlas para formar parte de su proyecto.