Dos capítulos de la orden de los jesuitas en la costa este y en el centro de Estados Unidos han hecho pública una lista de 153 nombres de clérigos que están acusados de abusos sexuales en la mitad del país desde los años 50.

El sacerdote Scott Santarosa, responsable de la provincia oeste de los Jesuitas estadounidenses, ha pedido perdón a las víctimas en un comunicado que acompañaba a la lista de nombres.

"Resulta inconcebible que alguien a quien se le confía el cuidado pastoral de un niño pueda ser capaz de algo tan dañino. Todavía, trágicamente, esto es parte de nuestra historia jesuita, una herencia que no podemos ignorar", escribe.

Aunque algunos de los acusados de pederastia en los jesuitas ya eran conocidos, estas revelaciones son el último capítulo de un escándalo que afecta a la Iglesia católica desde el 2002 cuando el diario Boston Globe reveló décadas de ocultamiento de abusos sexuales de sacerdotes por parte de la jerarquía eclesiástica.

Desde entonces, han aparecido casos similares en Europa, Australia y Chile, provocando denuncias, indemnizaciones millonarias que han llevado diócesis a la ruina y socavando la autoridad moral de los líderes de la Iglesia católica, que tiene 1.200 fieles en todo el mundo.

La Compañía de Jesús, a la que pertenece el papa Francisco, es la mayor orden masculina de la Iglesia católica, con más de 16.000 sacerdotes, clérigos y seminaristas. Solo en EEUU hay 2.150 jesuitas. Y es una de las que ha comenzado a depurar a clérigos acusados de abusos.

INVESTIGACIÓN INTERNA

La provincia central de EEUU asegura que ha encargado una investigación a una consultora externa compuesta por antiguos agentes del FBI cuyos resultados se harán públicos el próximo año. "Es importante saber cuánto tiempo han trabajado los sacerdotes acusados en escuelas o parroquias y en qué años, y de qué cargos están acusados aquellos cuyo nombre se ha hecho público por primera vez", señaló a Reuters Terence McKiernan, presidente de BishopAccountability.org, una web que rastrea los abusos en la Iglesia católica.

La Iglesia católica ha pagado más de 3.000 millones de dólares para indemnizar casos de abuso de sus clérigos. La mayor indemnización fue de 166 millones, pagada por los jesuitas a víctimas en su mayoría de pueblos remotos de Alaska y de reservas indias en el noroeste del Pacífico.