El médico de urgencias Jesús Candel, más conocido como Spiriman, anunció este martes en sus redes sociales que padece un cáncer muy agresivo y que, además, está extendido por diversas partes de su cuerpo. Las alarmas habían saltado hace ya unas semanas, a comienzos de mes, cuando anunció que estaría un tiempo en silencio y desaparecido del mundo digital porque ahora me toca luchar a mí, sin desvelar más detalles de su estado de salud.

En un comunicado difundido en sus redes sociales coincidiendo con su 44 cumpleaños, el médico ha querido agradecer las muestras de preocupación por su estado de salud recibidas en los últimos días, justificando ese silencio mediático en el cáncer que padece. Así, ha explicado que en estos momentos se encuentra luchando contra la enfermedad desde el refugio de mi hogar y rodeado de mi familia. Hoy es 25 de agosto y cumplo 44 años. Mi mayor deseo no os lo cuento para que se cumpla.

Y ha aprovechado el mensaje para pedir prevención frente a este tipo de dolencias. El 70% de las muertes que se producen por esta enfermedad en el mundo se podrían evitar. ¿Cómo? Por la prevención. Se destinan miles y miles de millones de euros necesarios para la investigación de muchas enfermedades, pero se invierte muy poco en prevenirlas, apunta.

Yo ya soy un enfermo de riesgo y paciente oncológico, así que tendré que vacunarme del Covid-19 cuando esté disponible la vacuna y espero que los que también tengáis que hacerlo lo hagáis, pide en su carta. De momento, explica, él seguirá luchando por mi vida y pensando mucho en todos aquellos, que como yo, sufren esta terrible enfermedad. Una oportunidad para demostrarnos a nosotros mismos que los milagros existen, porque los milagros se hacen realidad cuando se pelea y se cree en ellos. Y aunque no todo depende de nosotros, lo importante y por lo que merece la pena vivir sí.

Spiriman se dio a conocer hace cuatro años al erigirse líder de las protestas ciudadanas en Granada, donde ejerce de médico de urgencias, contra los recortes sanitarios. Unas concentraciones que lograron paralizar los planes sanitarios contra la fusión hospitalaria en la ciudad. Su mensaje sirvió para canalizar las quejas de usuarios y profesionales de toda Andalucía, y fue tan enorme el respaldo logrado en toda la región que llegó a crear la Asociación Justicia por la Sanidad, con miles de seguidores.

Pero sus protestas contra la gestión del entonces gobierno socialista subieron de tono e incluso fue condenado y multado por un delito de injurias a raíz de los calificativos proferidos contra la entonces presidenta regional Susana Díaz en los videos que subía a redes sociales. Los insultos, que entendía como su única arma contra los corruptos, se extendieron a políticos, jueces, médicos y otros colectivos, y el apoyo inicial de sus seguidores fue cayendo en picado, provocando el hartazgo incluso entre sus compañeros y motivando varias inhabitaciones por parte del Colegio Médico.

El médico tampoco se mostró ajeno a la pandemia del coronavirus. Si al principio cuestionó la alarma que a su juicio causaban los medios por un virus de pacotilla, poco después dio un giro de 180 grados y pasó a cuestionar, incluso en programas de televisión, la gestión del Ejecutivo de Pedro Sánchez y la falta de material para los sanitarios.