Gabrielle Gibson fue expulsada de un centro comercial en Estados Unidos por el simple hecho de llevar unos pantalones muy cortos. Tras pasar un mal trago y sentirse humillada, colgó en redes sociales las imágenes de cómo iba vestida, explicando lo sucedido. "Si no miras mi culo, no piensas nada".

En una publicación en Facebook, la joven explica que todo comenzó con un vigilante de seguridad en el centro comercial Bellair en Mobile, Alabama. "Decía que mirarme el culo era un problema", explica. "Parece que los hombres no pueden contenerse así que lo más fácil era echarme". A él se sumaron después otro vigilante y el jefe de seguridad, que fueron "poco profesionales y extremadamente maleducados".

Ella explicó que tenía los mulsos grandes y no podía evitar que los pantalones se subieran un poco más de lo normal, y que si a ella no le molestaba eso no tenía por qué molestarle a nadie. Ellos respondieron amenazando con llamar a la policía. "Es agosto y hace muchísimo calor", lamenta. Fue identificada y humillada.

En declaraciones al Daily Mirror, Gabrielle dice que simplemente trataba de pasar un gran día en el centro comercial. "Cuando salí de casa me sentía guapa y feliz", recuerda. "Este ataque me parece excesivo, es muy triste que los hombres no puedan controlarse. No quiero que nadie se sienta como yo me sentí en ese momento".

Con mucha ironía y humor, una usuaria de Facebook comparaba lo que podían hacer las mujeres y lo que hacen los hombres en el centro comercial. "Por lo menos tiene el culo dentro de los pantalones".

No es la primera vez que vemos una reacción así ante la vestimenta de una mujer. Entre otros ejemplos, la Universidad de Santiago de Compostela tuvo que sancionar al profesor Luciano Méndez con dos meses de suspensión de empleo y sueldo después de que realizara comentarios sobre su escote durante la clase en la Facultad de Económicas. Según la estudiante, Méndez dijo que le desconcentraban "el ruido de dos bolígrafos y el escote de María".

Hace tan solo unos meses, una niña de Mallorca escribía una carta en Facebook a las chicas que le habían llamado "guarra" por ir con ropa veraniega, mostrando el ombligo.