La joven que perdió un ojo en las protestas contra el encarcelamiento de Pablo Hasél en Barcelona el 16 de febrero y el centro Irídia se han querellado contra el agente que presuntamente disparó el proyectil de 'foam'.

También se querellan contra el mando responsable del equipo de este policía. Los querellantes consideran que el agente se encontraba el 16 de febrero en el cruce de las calles Bosch con Via Augusta y que fue el responsable del disparo mientras que el mando se encontraba también en el lugar y "autorizó, ordenar o en su caso no impedir ni supervisar diligentemente el uso de los proyectiles de 'foam' que se estaba llevando a cabo de forma antirreglamentaria y contraria al más elemental sentido común".