MOHAMED KALEM, de 16 años, sobrevivió casi todo el tiempo durmiendo, lo que le permitió ahorrar energías. El chico estuvo enterrado bajo los escombros del edificio de 11 plantas que el pasado lunes se derrumbó en Konya (en el centro de Turquía). Un total de 67 personas perdieron la vida en el suceso. EFE