Juana Rivas, la mujer que se enfrenta a una posible condena de cinco años por haberse llevado a sus hijos y haber pasado un mes en paradero desconocido, se ha declarado inocente en el inicio del juicio que este miércoles se ha iniciado en el Juzgado de lo Penal 1 de Granada.

A su llegada al juzgado, Rivas ha recibido el apoyo de una decena de mujeres. Ante el tribunal, Rivas se ha declarado inocente y ha asegurado: "Creia que estaba amparada por las leyes, que iban a ayudar a una madre que huía por maltrato".

Rivas afirma que se escapó "esperando que se resolvieran sus recursos". "Mi voluntad siempre fue cumplir la ley", ha contestado al fiscal. La mujer, que sí ha contestado a la Fiscalía, se ha negado a responder a las preguntas de la acusación particular ejercida por su marido, el italiano Francesco Arcuri.

El juez ha cortado al abogado de Rivas cuando este, en su turno, le ha preguntado por el maltrato sufrido a manos de su exmarido. “Esto no es juicio por maltrato”, le ha cortado.

Rivas ha explicado que “no entregó los niños porque así lo decian los abogados mientras presentaban recursos”. La mujer ha insistido en que se dejó guiar por los letrados: “Ninguno me dijo que era delito, si que podia tener represalias, aunque nunca pensé que seria carcel, hablaban de consecuencias judiciales pero solo pensaba en bien de mis hijos”. El juez le ha reprochado su mal criterio en la eleccion de abogados: “La proxima vez elija mejor”.

El juicio estaba fijado para el pasado 14 de junio, fecha en la que Rivas se presentó en la sede judicial con el letrado Juan de Dios Ramírez, que renunció a representarla y forzó así la suspensión de la vista en contra del criterio del juez, Manuel Píñar.

El titular del Penal 1 desestimó los argumentos de Ramírez para aceptar su renuncia a defender a Juana Rivas, pero tuvo que suspender el juicio porque el letrado abandonó la sala, hechos que el juez trasladó al Juzgado de Guardia, el Colegio de Abogados de Sevilla y a la Fiscalía.

En concreto, Ramírez trasladó al juez que, desde hacía cinco meses, no había participado de las actuaciones, que no había tenido tiempo de preparar la vista y que, además, la acusada confiaba su defensa al abogado José Estanislao López, que no pudo acudir a la vista para asistirla por encontrarse de baja médica.

UN ABOGADO DE CONFIANZA

Tras darle el juez un plazo de tres días para que designara a un abogado de su confianza, Rivas presentó la designación como letrado de José Estanislao López, el mismo que quería que la hubiera asistido en el juicio y que no pudo acompañarla por enfermedad, pero también del abogado Juan Manuel Pérez, del mismo despacho de aquél, por si su estado de salud le impedía nuevamente defenderla.

Rivas está acusada de permanecer en el verano del 2017 un mes en paradero desconocido junto a sus dos hijos para no entregarlos al padre, el italiano Francesco Arcuri, aunque ella mantiene que no ha cometido delito alguno, por lo que se considera exenta de responsabilidad.

La mujer ha justificado en reiteradas manifestaciones públicas y judiciales que intentó actuar para proteger a sus dos hijos frente a Arcuri, que fue condenado en el 2009 por lesionarla y al que denunció nuevamente por maltrato en julio de 2016, denuncia pendiente de resolverse por la justicia italiana, que sigue además otro procedimiento civil por la custodia de los menores.