Juana Rivas, la madre granadina envuelta en un largo periplo judicial por la custodia de sus hijos y los supuestos malos tratos de su expareja, ha pedido "auxilio" a las instituciones españolas y les solicita que se hagan cargo de los dos niños porque "corren mucho peligro" si regresan a Italia con su progenitor, Francesco Arcuri. En una carta abierta, insiste en que el padre "los maltrata de una forma constante, psicológica y físicamente", y asegura que una profesional sanitaria de Granada le ha dicho que están en "situación de alto riesgo si vuelven con su padre" dado que "no se pueden defender".

Rivas ha difundido la carta días después de haber denunciado de nuevo a su exmarido por "maltrato, lesiones y amenazas de muerte" hacia los pequeños, de 13 y 5 años, que pasan las vacaciones estivales con su madre en Granada y deben retornar el próximo día 14 de agosto a su domicilio en Italia. Una denuncia que el abogado de Arcuri en España confía que será archivada, como las otras ocho presentadas en Italia, y que atribuye a la "estrategia de defensa" de Rivas frente a los procesos judiciales que tiene abiertos, como el recurso contra el archivo de esas denuncias o el recurso contra la condena a cinco años de cárcel por sustracción de menores al no entregárselos a su padre en 2017. Entienden que mantener abierta la denuncia por malos tratos también encajaría en la petición de un posible indulto si el Tribunal Supremo confirma esta condena.

PROTECCIÓN MIENTRAS SE INVESTIGAN LOS MALOS TRATOS

En este sentido, en la carta abierta Rivas solicita a "alguna institución de España" saque a sus hijos del "peligro mientras se investigan los malos tratos que yo vengo denunciando, que profesionales vienen denunciando". Y adjunta sendos informes médicos del pasado mayo por ingresos hospitalarios en Cagliari, la ciudad más cercana a la isla en la que residen, motivados por "sospecha de maltrato", aunque con petición de alta voluntaria al día siguiente.

La misiva menciona supuestos golpes, amenazas e insultos que los niños habrían referido a la madre, indicando que el progenitor justifica esas agresiones diciendo "esto es por tu madre". "No podemos esperar a que ocurra una desgracia irreparable", clama Rivas, subrayando que la casa "aislada" en la que residen "está siendo un verdadero lugar de tortura". La madre granadina apunta además al informe de la perita italiana que participó en el juicio por la custodia de los menores, en el que negaba que los menores corrieran riesgo con su padre y estimaba que sufrían síndrome de alienación parental, una patología cuestionada por los especialistas y que en España rechaza el Consejo General del Poder Judicial, lo que le valió que la justicia dejara a los niños en manos de su padre. "A mí no me creen, a mis hijos no les creen, y eso porque una perita del Juzgado en Italia dice que les estoy manipulando. Pero si llevan viviendo con su padre casi dos años y yo los veo puntualmente!", lamenta.

"La prioridad para mí siempre han sido mis hijos, por eso salí de Italia hace ya más de tres años, para sacarlos de una situación de violencia insostenible, y por eso les digo, aunque se me parta el corazón, que se los entrego, renuncio a estar con ellos para que ustedes, los poderes públicos de mi país y el de mis hijos, los protejan", concluye el texto.

Además de la carta abierta, Rivas ha remitido un escrito a la subdelegación del Gobierno para pedir al Ejecutivo, al Congreso de los Diputados y al Parlamento Europeo que adopten "cuantas medidas sean necesarias" para proteger a sus hijos como "víctimas" de supuestos malos tratos por parte de su padre. Así, entiende que sus derechos fundamentales "están claramente amenazados" y urge a impulsar los cambios legislativos necesarios para garantizarlos, solicitando además la adopción de medidas cautelares que eviten que regresen con el padre a mediados de este mes. En declaraciones recogidas por Europa Press, la defensa de Arcuri se mostró confiada en que los menores regresarán a Italia en la fecha estipulada y que Rivas no volverá a proceder como lo hiciera en verano de 2017, cuando permaneció un tiempo con ellos en paradero desconocido incumpliendo las resoluciones que le obligaban a entregárselos al progenitor.