LAS CARACTERISTICAS

El perfil del conductor mayor de 65 años corresponde a una persona de clase media que vive en una zona urbana y que tiene una media de ingresos mensuales de 1.248 euros (unas 200.000 pesetas). Uno de cada dos conductores está jubilado y la mitad sólo tiene estudios primarios. Su vehículo, con el que recorre una media de 120 kilómetros por semana, tiene una antigüedad media de seis años y está asegurado.

LOS PRODUCTORES

Los fabricantes comienzan a interesarse por los conductores ancianos ya que cada vez hay más y sus índices de siniestralidad son bajos. "La adopción de nuevas tecnologías en los automóviles, que son de gran utilidad para los mayores, comienza a ser un buen negocio para los fabricantes de coches", explica Alejandro Lago, doctorado en Tránsito por la Universidad de Berkeley.

LOS BENEFICIOS

Las compañías lanzan modelos que presentan ventajas para todas las edades, pero que son especialmente agradecidas por los conductores que tienen más de 65 años. Por ejemplo, cinturones y reposacabezas más seguros. Los automovilistas veteranos también agradecen que los coches dispongan de accesos más sencillos, dirección asistida, cambios automáticos y sistemas de navegación por satélite. "La tecnología puede facilitar muchísimo la conducción, pero se debe adecuar a las posibilidades de las personas mayores el hecho de recibir un volumen tan importante de información", agrega Alejandro Lago.