Se atrevió a exponer públicamente lo que muchos de sus compañeros piensan y no dicen. La juez decana de Barcelona, María Sanahuja, alertó ayer del "uso abusivo" de las denuncias por violencia doméstica que hacen algunas mujeres. Por eso, la magistrada planteó que para paliar esta disfunción podría haber llegado el momento de advertir a las mujeres de que las denuncias falsas o carentes de fundamento pueden tener consecuencias judiciales para ellas.

La decana aprovechó ayer la presentación de la memoria de los juzgados de Barcelona del año 2003 para hacer esta consideración, sabedora de que levantaría una tormenta. Y así fue.

Horas después de su comparecencia, en la que precisamente informó de las diligencias abiertas en los juzgados durante el 2003 por violencia doméstica se habían triplicado con respecto al 2002, las reacciones fueron en cadena. Diversas asociaciones de mujeres, médicos y abogados especialistas en atención a víctimas pusieron el grito en el cielo.

La Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas de Cataluña y la Asociación de Asistencia de Mujeres Agredidas Sexualmente exigieron ayer "una inmediata rectificación pública".

Sanahuja, que lleva dos meses al frente del decanato, dejó claro que es una mujer y una juez muy sensible con el problema de la violencia doméstica.