La jueza de menores ha acordado el internamiento en régimen cerrado de los tres menores detenidos acusados de de una presunta violación grupal en un municipio de la Ribera el pasado fin de semana. La responsable del tribunal encargada de este caso ha decidido aceptar la petición de la Fiscalía de Menores en la que se instaba al internamiento en un centro especializado de régimen cerrado de tres menores detenidos por la presunta comisión de una violación en manada.

La víctima es una niña de 15 años y los arrestados tienen de 14 a 17 años de edad. Es la cuarta agresión sexual en grupo que ha trascendido en la provincia de València en apenas medio año, y en todas ellas las víctimas eran menores y parte de los autores, también.

La última violación en manada conocida se produjo en la noche del pasado sábado en el garaje de una finca de viviendas de un municipio de la Ribera que Levante-EMV no publica para preservar el anonimato de la víctima. Al parecer, uno de los chicos habría servido de cebo para engañar a la menor y llevarla a un lugar apartado de la vista de posibles testigos.

Como sucede en muchas violaciones grupales en las que las víctimas son menores y los autores también, o muy jóvenes, la chica conocía al menos a dos de los ahora detenidos son alumnos de un mismo centro escolar y sentía cierta atracción por uno de ellos, algo que ese supuesto agresor habría aprovechado para lograr que la víctima se fuese con él.

En esta ocasión, la excusa habría sido acompañarla a casa, primero, y enseñarle su motocicleta, después, para lo cual la convenció de entrar con él en el garaje donde la tenía aparcada. La menor accedió en la creencia de que le decía la verdad, pero no fue así. Al llegar al interior del garaje, vio que estaban ese joven y dos más.

Según el relato de la víctima, primero fueron tocamientos y mofas y de ahí habrían pasado a las agresiones sexuales, que se fueron sucediendo entre los tres pese que la niña no las había consentido en ningún momento. Los ahora detenidos se habrían sentido a salvo, dado que eran las nueve y media de la noche del sábado y en ese momento no había tránsito alguno en el garaje.

Sin embargo, la fortuna hizo que llegase un usuario del aparcamiento, lo que provocó que los presuntos agresores cesaran de inmediato y dejaran irse a la chica. La menor llegó muy nerviosa a su casa, alrededor de las diez y media de la noche, traspasado el límite del toque de queda. Tras ser preguntada por sus padres, les contó lo que había sucedido.

La chica fue llevada por sus familiares a un centro hospitalario y, una vez terminada la exploración ginecológica, acudió con sus padres a la comisaría de Alzira, donde denunciaron los hechos.