Kanye West ha vuelto a liarla. El rapero y novio de Kim Kardashian parece que no para de meterse en líos, pero esta vez podría acabar en la cárcel.

Tras varios incidentes agresivos con paparazis, ahora es un joven el que lo acusa de asalto violento. Concretamente le acusa al músico de haberlo agredido en la sala de espera de un quiropráctico en el que ambos estaban.

Según los testigos, el joven, de 18 años le había proferido insultos racistas a Kim Kardashian durante una discusión y cuando West llegó se los hizo pagar a puñetazo limpio. Supuestamente la llamó "zorra", "amante de los negratas» y otros improperios. Incluso la policía tuvo que personarse en el lugar de los hechos, después de recibir la llamada de auxilio del joven.

Una patrulla y posteriormente la unidad de investigación criminal estuvieron intentando esclarecer el incidente. Pero, para entonces, Kanye había huido lo que puede agravar aún más la situación del músico.

Posteriormente tuvo que ser Kim Kardashian la que se hiciese cargo del Lamborghini negro de su novio, que dejó abandonado al escapar del lugar de los hechos. Ella ha asegurado a las cámaras que las acusaciones contra su pareja son "ridídulas".