En los últimos días de febrero esta fuerte oleada de frío ha golpeado a Alemania con especial virulencia. Accidentes de tráfico, caos en los vuelos y trenes cancelados y una creciente epidemia de gripe que ya ha dejado a más de 23.000 personas enfermas por todo el país y ha causado hasta 136 muertes. Ayer, Berlín se despertó a -11º y con sol. Pero los principales problemas se han registrado en el norte del país, con 80 accidentes el fin de semana, cortes ferroviarios y vuelos cancelados.