Llevaban media hora sentados cuando una de las dos gradas supletorias que Mediaset había instalado en el campo de fútbol Satalia de Barcelona se vino abajo. El resultado, 18 personas heridas y la estupefacción de Risto Mejide y Andrés Iniesta, protagonista de ese capítulo del programa 'Chester' que el publicista conduce en Cuatro y cuya grabación ha quedado pospuesta tras el incidente del martes.

"La grada se fue inclinando hacia la izquierda y hacia delante. Fue cayendo como un dominó". La descripción la hace Robert Manrique, que pudo verlo todo desde la zona de asientos ubicada justo enfrente. Asesor de la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por Terrorismo (UAVAT) y víctima del atentado etarra de Hipercor, Manrique era una de las 44 personas del público y asistía al programa para darle una sorpresa a Iniesta en representación de una entidad con la que colabora.

Un momento de la grabación del programa antes de que cayera la grada.

Habían grabado la entrevista con el padre de Iniesta y estaba a punto de entrar un periodista deportivo cuando de repente los asientos se desplomaron. Manrique lo vio desde una cierta distancia, pero su mujer, Esperanza, y su nuera, Glòria, lo vivieron en primera persona. Ellas estaban siguiendo el programa desde la tarima que acabó derrumbándose. Esperanza sufrió una contusión en el tobillo y Gloria fue la más perjudicada: "Le cayó la gente encima del cuello y de la espalda y la tuvieron que hospitalizar". Este miércoles seguía ingresada en el Hospital del Sagrat Cor, en observación por molestias cervicales.

Manrique, que colaboró en las tareas de atención a los heridos, no tiene más que palabras de agradecimiento, tanto para Iniesta y Mejide como para los servicios de emergencias. "A los cuatro minutos de llamar por teléfono ya estaban allí los bomberos, la guardia urbana y los Mossos. Actuaron todos con enorme profesionalidad". Y sobre el futbolista y el presentador ensalza que "se preocuparon en todo momento". El jugador del Barça "se acercó a hablar con todos los heridos y se interesó por su situación en todo momento". El publicista no ha dejado de llamar por teléfono para conocer de primera mano el estado de las personas afectadas. Incluso las fue a ver al hospital. "Afortunadamente, todo ha quedado en una anécdota y repetiremos el programa con algún que otro regalo", se alegra Manrique.