Las decenas de mujeres que asistieron ayer al debate parlamentario fueron las primeras en aplaudir al conocer el resultado de la votación. Acto seguido, se levantaron de sus sillas y realizaron con sus manos un triángulo, el símbolo feminista por excelencia. "Esta ley es una gran apuesta de futuro porque pone los cimientos para que las cosas empiecen a cambiar", comentó la portavoz de la Red Feminista, Angeles Alvarez.

Al terminar el debate, las asociaciones de mujeres quisieron dejar constancia de la buena sintonía con el Gobierno y posaron para los fotógrafos junto con el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, y la vicepresidenta del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega.