Letizia Ortiz tendrá el título de princesa de Asturias a partir del próximo sábado, una vez que haya contraído matrimonio con Felipe de Borbón. También tendrá derecho al tratamiento de alteza real. Pero no ostentará los títulos de princesa de Gerona y de Viana, ni tampoco los de duquesa de Montblanc, condesa de Cervera y señora de Balaguer, porque éstos corresponden en exclusiva al heredero de la Corona.

Un decreto publicado en el Boletín Oficial del Estado del 6 de noviembre de 1987 fija el tratamiento que debe darse a los familiares del Rey, y establece que la esposa del sucesor de la Corona recibe la dignidad de princesa de Asturias y el tratamiento de alteza real. Y punto.

MOSAICO HISTORICO De hecho, ese decreto completó el camino abierto nueve años antes por la Constitución, cuyo texto proclama que el heredero de la Corona tendrá la dignidad de príncipe de Asturias, así como los demás títulos vinculados tradicionalmente al sucesor. Tanto la distinción de príncipes de Asturias, como los demás títulos que seguirá ostentando Felipe de Borbón, tienen su origen en el mosaico histórico a partir del que se fue forjando, con no poca sangre, sudor y lágrimas, el actual Estado español.

La dignidad príncipe de Asturias, creada en 1388 a imitación del principado de Gales, sugiere que el actual heredero de la Corona de España lo es a su vez de la monarquía de Castilla. El principado de Gerona es el engarce con la Corona de Aragón, que comprendía Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares. El título de príncipe de Viana, que simboliza la incorporación del Reino de Navarra, fue creado en 1425. A la dinastía catalano-aragonesa pertenecen también los títulos restantes que ostenta Felipe de Borbón: duque de Montblanc, conde de Cervera y señor de Balaguer.

ESTRATEGIA REAL Cuando Letizia se convierta en princesa de Asturias se acabarán los desvelos de la Casa Real para garantizar un tratamiento acorde a su condición. Desde que se anunció el noviazgo el pasado 1 de noviembre, la institución se afanó en intentar que los medios de comunicación --y, por contagio, los ciudadanos en general-- dejaran de llamar a la futura esposa del heredero por su nombre de pila mondo y lirondo.

Así, desde el primer momento, los comunicados oficiales antepusieron el doña al nombre de Letizia. Desde la Zarzuela se sugirió a RTVE que aplicase esa norma, y Alfredo Urdaci, antiguo jefe de Letizia, fue de los primeros en adoptarla. Con idéntico objetivo, representantes de la Casa Real se pusieron en contacto con destacados periodistas de radio y televisión. A partir del sábado, las cosas serán más fáciles porque, de acuerdo con la legalidad, Letizia Ortiz será merecedora del título de princesa de Asturias.