El juez ha dejado en libertad con cargos al conductor del autobús de la empresa británica Megabus que hacía el trayecto Barcelona-Toulouse-París-Londres, que fue detenido ayer por los Mossos d'Esquadra por llevar el tacógrafo a nombre de otra persona.

Sobre las 17:00 horas de ayer, en un control de transportes de los Mossos de tráfico en el kilómetro 86 de la autopista AP-7, interceptaron a un autocar que cubría la línea regular a Francia y el Reino Unido y en el que viajaban 62 personas de diferentes nacionalidades.

Tras diferentes comprobaciones, los agentes detectaron que el conductor, de 48 años y nacionalidad inglesa, estaba circulando con una tarjeta de tacógrafo a nombre de otro conductor, por lo que quedó detenido como presunto autor de un delito de falsificación de documento público.

El vehículo fue inmovilizado y los Mossos contactaron con varias empresas para gestionar otro conductor u otro transporte para los pasajeros, aunque les fue imposible.

A pesar de que Megabus en un primer momento se ofreció a solucionar el problema, sobre las 21:00 horas responsables de la empresa comunicaron a algunos de los viajeros que no podían proporcionarles ni otro medio de transporte ni otro conductor, pero que sí les pagarían los gastos ocasionados.

La mayoría de pasajeros decidieran abandonar el lugar por sus propios medios, aunque a las cuatro de la madrugada quedaban 10 personas, a quienes los Mossos les han dejado pasar la noche en el autocar.

La compañía británica, que atribuía el incidente a "un problema técnico que afectó al equipo que grava los tiempos de viaje" y califica el incidente de "aislado", aseguraba que habían mandado un autocar al Área de servicio y que los Mossos habían aconsejado a los viajeros no subirse al mismo, afirmación que la policía catalana ha desmentido con rotundidad.

El conductor, que no tiene antecedentes, ha pasado esta mañana a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia de Santa Coloma de Farners y ha quedado en libertad con cargos.