Carmen Palomino, la mujer que desapareció el pasado julio con sus dos hijas para evitar que las menores volvieran con su padre, quedó ayer en libertad provisional tras prestar declaración ante el juez de Archidona (Málaga). La mujer, de 41 años, se entregó por la mañana informando que las dos niñas, de 7 y 5 años, estaban en el domicilio de los abuelos maternos. Ahora el juzgado deberá establecer el régimen de visitas mientras sigue adelante la denuncia por malos tratos que ella presentó contra su expareja el pasado mayo.

Fue el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, quien explicó que la mujer se había entregado de forma voluntaria y estaba prestando declaración en el juzgado, por lo que quedaban sin efecto las medidas dictadas por el juez para localizarla y que acudiese a declarar sobre un presunto delito de sustracción de menores. Sobre Carmen pesaba una orden de detención y entrega desde el pasado 14 agosto, después de que su exmarido, de nacionalidad griega, denunciara que no había devuelto a las niñas en el punto de encuentro familiar, incumpliendo así el régimen de visitas establecido.

A la salida de los juzgados, la mujer aseguró a los medios que se enteró de la orden de detención por la prensa.

«SOY BUENA MADRE»

Palomino también insistió en que no ha cometido ningún delito: «No ha habido secuestro de mis hijas porque la guardia y custodia la tengo yo», dijo, recordando que el padre acudía a visitarlas cada dos o tres meses. «Soy buena madre», subrayó.