Líderes de la Unión Europea apostaron ayer por el multilateralismo y pidieron fortalecer el papel de la ONU en la resolución de conflictos durante el primer Diálogo celebrado en el Fórum 2004, seguido por unas 1.500 personas. El expresidente del Parlamento europeo Emilio Colombo sintetizó en una frase el sentir que se recogía en los parlamentos de casi todos los ponentes: "El unilateralismo no resuelve el terrorismo; al contrario, puede agravarlo".

El cartel, pese a bajas de última hora, tenía pompa. Con Joan Clos y Pasqual Maragall como anfitriones, pasaron por la tarima del auditorio del Edificio Fórum el Rey, Felipe González, Romano Prodi (presidente de la Comisión Europea), Pat Cox (presidente del Parlamento europeo) y Valéry Giscard d´Estaing (presidente de la Convención Europea), entre otros. Todos ellos tenían en común haber logrado el Premio Carlomagno en alguna de sus ediciones anuales, un galardón que desde 1949 condecora a las personas que contribuyen a fomentar los ideales de la UE.

La invasión de Irak por parte de EEUU sobrevoló el auditorio. "Se puede ganar una guerra con una fuerza unilateral, pero la paz sólo se alcanzará con el multilateralismo", declaró Bronislaw Geremek, exministro de Exteriores de Polonia. Para conseguirlo, según la Declaración de Barcelona , un documento que plasmó las conclusiones del encuentro, "la UE debe contribuir especialmente a dotar a la ONU" de mayor capacidad de prevención y resolución de conflictos. Sólo así la UE logrará construir "un mundo más habitable, más justo, más pacífico".

Las críticas al unilateralismo de EEUU se repitieron, hasta el punto de que Prodi quiso aclarar que "Europa no está en contra de EEUU". "Tenemos una relación amistosa, necesaria para la paz, pero los amigos han de hablarse con franqueza", dijo. Pat Cox puso sobre la mesa otro de los efectos de la guerra de Irak: la división de Europa que quedó patente cuando el Reino Unido, Italia y España apoyaron a George Bush frente al llamado eje de la paz (Francia, Alemania y Rusia), una ruptura que tiene que acabar. "Irak reveló una casa dividida, y una casa dividida siempre es una casa disminuida", afirmó.

En su discurso, el Rey brindó un "muy emocionado recuerdo" a las víctimas de los atentados del 11-M. El Monarca consideró prioritario reforzar la cooperación europea "para acabar con el terrorismo".