A la víspera de la cumbre europea de este mes, la Comisión ha vuelto a hacer un llamamiento a los Estados miembros para que cierren algunas de las reformas propuestas en materia migratoria antes de las elecciones de mayo del 2019, ante la incertidumbre de la nueva composición de la Eurocámara. El Ejecutivo europeo ha destacado el descenso de las llegadas irregulares de inmigrantes a los niveles previos a la crisis económica en las rutas del Mediterráneo oriental y central, aunque advierte de que, en la ruta occidental, que pasa por España, se ha producido un aumento sustancial de en torno a 57.000 llegadas irregulares este año.

«Cuatro años después, estamos mejor equipados que nunca para proteger nuestras fronteras exteriores y abordar los desafíos migratorios dentro y fuera de la UE. Ha llegado el momento de consolidar los bloques de construcción restantes de un sistema integral de migración, fronteras y asilo a largo plazo. El contexto geopolítico en constante evolución nos muestra que no podemos tardar en reaccionar», ha dicho el comisario de migración, Dimitris Avramopoulos.

Según el Ejecutivo europeo, las llegadas irregulares de inmigrantes se redujeron en un 97% en la ruta del Mediterráneo oriental tras el acuerdo con Turquía, y hoy siguen siendo un 90% menores que en el pico del 2015, mientras que en la ruta central los flujos se han reducido en un 80%. No es el caso de la ruta del Mediterráneo occidental, donde los flujos han aumentado y se conocen nuevos casos de personas intentando acceder por España.

En respuesta, la Comisión ha anunciado que intensificará sus esfuerzos para concluir las negociaciones y hacer un mejor uso de los acuerdos existentes con los países socios, como Marruecos. La Comisión ha anunciado que desde el 2016 se han cerrado seis nuevos acuerdos con Afganistán, Guinea, Bangladesh, Etiopía, Gambia y Costa de Marfil sumando un total de 23, y desde 2015 hay en curso trámites para para garantizar vías legales y el reasentamiento a 44.000 personas.