Investigadores de la Universidad de Oviedo han identificado una mutación genética que podría explicar una parte sustancial de los casos de muerte súbita atribuidos a causas hereditarias pero con un origen hasta ahora desconocido. La muerte súbita, un repentino desfallecimiento del corazón en personas que aparentemente se encuentran sanas, incluidos jóvenes y deportistas, es responsable en España de unos 30.000 fallecimientos anuales.

"Tener la mutación que hemos detectado no necesariamente te va a causar la muerte, ni mucho menos, pero sí tienes una predisposición mayor a sufrirla", explica desde Oviedo uno de los autores del trabajo, Xose S. Puente. "Eso significa que vamos a poder analizar la evolución del paciente y tratarlo con antelación", añade.

El trabajo, cuyos resultados se han publicado en la revista Nature Communications, proporciona nuevas claves acerca de "las alteraciones moleculares responsables de una enfermedad que provoca numerosos casos de muerte súbita", subrayan los autores. El estudio ha sido coordinado por Carlos López-Otín, catedrático del Instituto de Oncología de la Universidad de Oviedo, y ha contado con la participación de investigadores de la misma universidad y del Hospital Universitario Central de Asturias.

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Los investigadores analizaron concretamente los fallecimientos por miocardiopatía hipertrófica, una enfermedad relativamente frecuente que provoca un engrosamiento del ventrículo izquierdo del corazón. El hecho de que se repita en miembros de las mismas familias sustenta la hipótesis de que es en gran parte de carácter hereditaria.

En los últimos años, el estudio de casos familiares había permitido descubrir al menos 12 genes cuyas mutaciones provocaban el desarrollo de miocardiopatía hipertrófica en aproximadamente el 40%-50% de los pacientes, prosigue Puente. Sin embargo, se desconocían por completo los genes causantes en el resto de los enfermos.

De hecho, gracia a la colaboración del Hospital Central de Asturias, se localizaron 92 personas que tenían la misma cardiopatía pero que no presentaban las variantes genéticas conocidas hasta entonces.

"Esta dramática realidad nos impulsó a estudiar el genoma de estas familias, utilizando las nuevas técnicas de análisis genómico desarrolladas en nuestro laboratorio", explica López-Otín, codirector de la contribución española al Consorcio Internacional de los Genomas del Cáncer. En esencia, lo que se hace es secuenciar el genoma con potentes máquinas y buscar coincidencias.

EL ÉXITO

"El estudio genómico nos permitió concluir qué mutaciones en un gen llamado FLNC, codificante de una proteína denominada filamina C, causaban miocardiopatía hipertrófica en ocho de las familias estudiadas", añade Xose S. Puente. Es decir, que la nueva mutación puede explica cerca del 10% de los casos considerados hereditarios que hasta ahora no eran de causa conocida.

Tras descubrir esas mutaciones, el equipo investigador analizó los mecanismos que subyacen al desarrollo de la enfermedad, lo que permitió demostrar que "las mutaciones en FLNC provocan la formación de agregados de estas proteínas en el músculo cardiaco que se acumulan con el tiempo e impiden el correcto funcionamiento del corazón", comentan Rafael Valdés y Ana Gutiérrez-Fernández, primeros firmantes del artículo.

HERRAMIENTA PARA PREVENIR

Este descubrimiento tiene importantes e inmediatas aplicaciones clínicas, pues permitirá realizar consejo genético en las familias e identificar a los portadores de mutaciones en FLNC, que serán objeto de seguimiento clínico continuo y, si es necesario, se les implantará un desfibrilador que evite el proceso que desencadena la muerte súbita en estos pacientes, destacan los autores.

Previamente, ya se había relacionado a FLNC con otros trastornos del miocardio, por lo que los investigadores escriben en la revista que las mutaciones en este gen "pueden generar un espectro de trastornos del músculo" que provocan distintas anormalidades, con mayor o menor impacto en la vida del paciente.