Aire, sangre y ahora heces y orines. Los terrenos en los que se lucha contra el coronavirus han sumado un inesperado frente en las aguas residuales. A las mascarillas y la distancia social para evitar su propagación y a las pruebas PCR para confirmar los contagios, ahora se une la toma de muestras en las alcantarillas para controlar la existencia no detectada de enfermos de covid-19 por barrios pero incluso afinando más la búsqueda una vez detectada una alarma.

La empresa Global Omnium y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) llevan tres años colaborando en la detección de restos de virus infecciosos en aguas residuales y en estos últimos dos meses han adaptado esa búsqueda al covid-19 y han empezado a rastrearlo en València.

"Nos va a permitir anticiparnos y por tanto mejorar la gobernanza ante un posible rebrote conociendo la presencia del coronavirus en cada una de las zonas en las que hemos dividido la ciudad", explicó Elisa Valía, concejala del Ciclo Integral del Agua.

Pero, además, el programa permite ayudar en un aspecto clave, puesto que ayudará a ubicar a personas contagiadas antes de que tengan síntomas y, sobre todo, a los que no los van a tener. "Abordamos uno de los retos fundamentales que es la identificación de personas asintomáticas que pueden contribuir como vectores de contagio y que hasta ahora eran muy difíciles de identificar", añadió.

Diversos estudios han comprobado la presencia de huellas genéticas antes de que saltaran las alarmas de contagios aunque falta por saber en qué momento los contagiados empiezan a lanzar pistas por el wáter.

Pero en un estudio previo que se realizó ya en València a principios de marzo, ya se detectaron indicios de lo que iba a pasar. Las muestras del 11 de marzo avanzaron el pico que se vivió 15 días después en la ciudad.

Rastreo y expansión

El método de rastreo es sencillo. Se toman muestras y se comprueba el número de unidades genómicas por la medida de agua utilizada. Si saltan las alarmas se pueden tomar nuevas muestras para detallar la procedencia. Antes ya se hizo con la hepatitis. "No es una prueba piloto, es una realidad", subrayó hace unos días Eugenio Calabuig, presidente de la empresa, que ha ofrecido sus servicios de manera gratuita durante la crisis.

El ministro Pedro Duque ya deslizó que idea es extenderlo a toda España si los resultados son buenos. "El proyecto tiene el potencial de hacer más robusta la toma de decisiones durante la fase de recuperación de la actividad", señaló en la presentación del proyecto hace unos días. Así que pronto las alcantarillas de otras ciudades pueden recibir una visita.