El matrimonio de Madonna y el director Guy Ritchie siempre ha dado mejores resultados en casa que en las taquillas. Para romper esa tradición (especialmente estruendosas fueron las críticas por Swept away ), la cantante ha vuelto a ponerse bajo las órdenes de su esposo en la película Revolver. Por lo visto, la artista se presentó en la isla de Man con la excusa de visitar a su marido y, de repente, cuentan algunos testigos, "estaba actuando".