Con un multitudinario y ruidoso pregón en la plaza de Chueca protagonizado por las cantantes de Eurovisión Conchita Wurst y Ruth Lorenzo han empezado este miércoles en Madrid las celebraciones del Orgullo Gay, que esperan reunir hasta el domingo a dos millones de personas en defensa de la libertad sexual en el mundo. El inicio de la fiesta ha estado marcado por una polémica con la alcaldesa, Ana Botella, que ha prohibido ciertos actos en cumplimiento de la ordenanza que regula el nivel de decibelios de lugares públicos.

Ajenos al veto municipal, los miles de participantes en la fiesta han organizado un sonoro alboroto de gritos y silbidos que han desafiado el tope de 55 decibelios fijado por el ayuntamiento a los organizadores para el acto de apertura de las fiestas. A ese límite al ruido se ha referido Ruth Lorenzo, que ha amagado con hablar sin micrófono subida al palco en compañía de la gran estrella de la jornada, Conchita Wurst. El manifiesto que han leído los organizadores también ha estado lleno de referencias a los decibelios y críticas al ayuntamiento.

Por la libertad sexual

El discurso, leído a dos voces por las presidentas de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) y del Colectivo de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM), ha reivindicado la libertad sexual en el mundo y ha criticado los recortes de las administraciones y la "amenaza" sobre la sanidad, que afecta especialmente al colectivo.

Boti García Rodrigo y Esperanza Montero han reclamado una educación pública en la diversidad con 'd' de "derechos" y no de "decibelios", y sin la 'd' de "discriminación"; y la protección a un colectivo vulnerable al que se discrimina en la protección legal de los hijos y al que se le resta visibilidad social. Tras ellas, el secretario general de Aegal, Juan Carlos Alonso, ha celebrado con los asistentes que Madrid vaya a ser en ell 2017 la ciudad donde se celebre el día mundial del Orgullo Gay -World Pride-.

Discrepancias por el ruido

Las horas previas al inicio de MADO 2014 --nombre oficial de las fiestas-- han estado marcadas por las críticas de políticos de la oposición y ciudadanos a la decisión de consistorio de limitar el ruido en la plaza y trasladar a otras zonas de la ciudad actos programados. Otros en cambio, como la asociación de vecinos de Chueca, han celebrado que el ayuntamiento haya optado "por fin" este año "por cumplir sus propias ordenanzas" sobre el ruido durante las fiestas y "a pesar de las presiones de los organizadores".

Según los organizadores, el MADO 2014 tendrá un impacto económico de más 110 millones de beneficios para la ciudad, lo que ha llevado al coordinador general del evento de este año, Juan Carlos Alonso, a afirmar que el Orgullo es "el mayor evento que se celebra en la ciudad".

Al colorido de las habituales banderas y banderines de seis colores se han unido en Chueca decenas de sombreros, pulseras, abanicos, alpargatas arcoíris y caras pintadas, con los que solo han rivalizado en notoriedad camisetas con lemas divertidos y socarrones como 'Take agay' --un juego de palabras con la expresión utilizada en inglés para denominar la comida para llevar (take away)--.

Este jueves, la ya tradicional Carrera de Tacones en la calle Pelayo --18.00 horas-- centrará el interés de una celebración que, como cada año, alcanzará su punto álgido con una gran manifestación que en esta edición reivindicará, siempre de forma lúdica, los derechos de los gais, lesbianas, transexuales y bisexuales de todo el mundo.