La presión del Gobierno y de las comunidades limítrofes parece haber decidido al fin a Madrid a endurecer las restricciones semanas después de haberse convertido en el principal foco de la epidemia en España. El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, anunciará este viernes por la mañana nuevas limitaciones al aforo de los bares, actos públicos, reuniones y celebraciones que podrían ir en la línea de las ya tomadas por comunidades con una incidencia menor del virus. Unas horas después comparecerá el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, con el mismo objetivo.

El desencadenante final de la decisión fue un encuentro mantenido el miércoles por Escudero con sus homólogos de Castilla y León y Castilla-La Mancha, bajo la presidencia del ministro de Sanidad, Salvador Illa. El consejero de Sanidad castellanomanchego, Jesús Fernández Sanz, le pidió que tomara medidas "comunes o similares" a las ya tomadas en Castilla-La Mancha, sobre todo en el ámbito social, porque son la única "salvación a la transmisión", según explicó él mismo en declaraciones radiofónicas. Algo parecido tuvo que oír de la consejera castellanoleonsa, Verónica Casado, una prestigiosa médico de familia y miembro de Ciudadanos.

"Bomba vírica"

Al tiempo que tenía lugar el encuentro, Emiliano Garcia Page, el presidente castellanomanchego, recordaba que un 80% de los casos de contagios de la comunidad les llegaron durante la primera ola de la pandemia "de la bomba radioactiva vírica que se plantó en Madrid". La declaración sentó muy mal en Madrid pero se ajusta escrupulosamente a los estudios epidemiológicos llevados a cabo en su momento.

En una entrevista en Ser Catalunya se planteó a Illa si ante esta situación no sería necesario un limitar las comunicaciones de Madrid con su entorno. "Ahora un confinamiento perimetral de Madrid no procede", respondió el ministro. En el mismo sentido se pronunció horas después Fernando Simón. "Madrid tiene otras alternativas y si no me equivoco comunicarán algunas de ellas hoy o mañana", dijo en referencia al anuncio que hoy va a llevar a cabo la comunidad madrileña.

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias vio lógico que las dos Castillas "miren de reojo"la situación de Madrid. "Es la comunidad que más nos tiene que preocupar a todos porque hoy en día es la que mayor transmisión sufre, a lo que se une sus características particulares, con una densidad de población muy alta y medios masivos de comunicación, lo cual genera mucha inquietud", insistió.

Francia se acerca

La incidencia del virus en España se ha estabilizado en la última semana, según Simón, con Madrid con el 30% del total y Catalunya el 13%. Los casos nuevos notificados ayer fueron 8.957, una cifra similar a la de días anteriores y las muertes 40. Hay un país europeo, Francia, con unos 7.000 casos ayer, empieza a acercarse a las cifras españolas.

Como advirtió el epidemiólogo del Gobierno, la estabilización puede deberse, en parte, al retraso en las notificaciones de los diagnósticos. A más casos, más retraso de los servicios en detectarlos. En este sentido reconoció que la Asistencia Primaria está sometida a una gran tensión y que las comunidades "deben reforzarla si o si".

Hay una comunidad que con medidas drásticas ha logrado doblegar la curva de la seguna ola. Aragón ha decretado este jueves la vuelta de toda su región a la nueva normalidad. Esta comunidad rozó una incidencia de 600 casos por 100.000 habitantes a 14 días la primera quincena de agosto y ayer estaba en 289. Madrid en 467. Castilla-La Mancha en 198.