La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado este jueves pedir al Gobierno central la declaración de la capital como zona catastrófica, tras estimar, en una primera aproximación preliminar, que el temporal Filomena causó daños en la ciudad por valor de 1.398 millones de euros.

Según ha explicado en rueda de prensa el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, este cálculo se basa en los perjuicios causados a la actividad económica y en los daños materiales ocasionados a edificios, infraestructuras y bienes tanto del Ayuntamiento como de los ciudadanos.

Por ello, Almeida entiende que concurren "tanto los requisitos jurídicos como los supuestos de hecho" para declarar Madrid zona catastrófica, y ha pedido al Gobierno "que responda a la mayor brevedad posible" y así permita "aliviar la situación".

Numerosos municipios de la Comunidad de Madrid han planteado la posibilidad de exigir su declaración como zona catastrófica tras la nevada del fin de semana, y Colmenar Viejo ha sido el primero que ha tramitado formalmente la petición.