El Ayuntamiento de Madrid denegó ayer el permiso para operar en la capital a las compañías de patinete eléctrico VOI, Wind y Lime, y les concedió un plazo de 72 horas para retirar los vehículos de las calles.

El veto a estas empresas se debe a que en sus aplicaciones no impiden, como pedía el Consistorio, que el trayecto se inicie o se termine en zonas donde no pueden circular estos vehículos, como calles y espacios peatonales o vías con múltiples carriles de circulación y con una velocidad de 50 kilómetros por hora.

Desde la entrada en vigor de la Ordenanza de Movilidad Sostenible, el Ayuntamiento de Madrid obliga a las empresas de patinete compartido a obtener una autorización municipal para poder operar en la ciudad.

En Madrid hay un total de 18 empresas interesadas que tienen que formular su solicitud de autorización formal en las próximas fechas. El Ayuntamiento estudiará las solicitudes de acuerdo con la ordenanza de movilidad, para asegurar reparto equilibrado por la ciudad y evitar la saturación de zonas, así como para garantizar las condiciones de seguridad vial y peatonal.

Las empresas, entre otros requisitos, deben tener seguro, adecuar sus aplicaciones móviles a las zonas transitables en patinete eléctrico (calles a 30 km/h, carriles bici y pistas bici) y garantizar la interoperabilidad de sus sistemas informáticos de localización de los patinetes con los del ayuntamiento para que se pueda comprobar el número y la ubicación conforme a la autorización que se les pudiera entregar.

El Ayuntamiento dará autorizaciones en función de los kilómetros patinables, y exigirá redistribuir correctamente según las autorizaciones concedidas.