Libertad, Igualdad y Fraternidad, las Reinas Magas de Enero, volverán a desfilar por Valencia y a saludar desde el balcón del ayuntamiento como ya hicieron el año pasado. Entonces, la Societat Coral El Micalet retomó y actualizó la cabalgata laica que organizó en 1937 el gobierno de la República al poco de trasladarse a la ciudad para alegrar a los niños, especialmente a los refugiados. Así, se mantuvo la importancia de la música, aparecieron las Magas (que no quieren ser reinas) y se obviaron las explícitas referencias de propaganda política del primer desfile que ensalzaban a Largo Caballero, a los sindicatos o agradecían el apoyo soviético.

La reedición del 2016 tuvo un relativo éxito de público y mucha polémica, una doble vertiente que reforzó a los organizadores. “Nos sorprendió la buena aceptación y la alegría que hubo pero muchos medios que ni habían estado aparecieron con un mensaje manipulado”, explica la historiadora Cristina Escrivà, una de sus responsables.

El Partido Popular de la Comunitat Valenciana calificó el acto de “patochada” y vio un “ataque” a la religión católica, pero Escrivà asegura que las críticas más furibundas llegaron “desde los medios de Madrid” en la vorágine de una campaña contra las cabalgatas con mujeres como Reyes Magos que organizó en algunos distritos el ayuntamiento de Manuela Carmena. “Tenían además una variante machista, metiéndose con los cuerpos de los mujeres”, recuerda.

“Por todo eso, moralmente tenemos que continuar. Dejar de salir a la calle sería perder un espacio que hemos recuperado”, subraya. Tienen previsto repetir cada año y esperan que otras ciudades les imiten. “Queremos hacer una fiesta diferente, no alternativa sino complementaria para celebrar el solsticio de invierno y educar de otra manera, lejos del consumismo”, explica.

“Es mágico porque cerca de 400 personas colaboran altruistamente”, apunta Escrivà. El año pasado su presupuesto fue de 1.500 euros y también recibieron críticas por pedir una subvención municipal. “Creo que al final si nos dieron algo, que ni lo sé, fueron unos 600 euros. Todo es ridículo y triste”, lamenta.

CAMBIO DE FECHAS

La idea este año era salir el 8 de enero pero finalmente será el 15, para evitar la manifestación que en su contra ha convocado Avant Valencians, un partido nacido, según su web, “ante la pasividad del PP y de Ciudadanos” y cuyo antecesor electoral obtuvo 486 votos en la ciudad en las últimas elecciones. “Queremos una cabalgata diferente y llena de valores, no solo los republicanos de libertad, igualdad y fraternidad también los humanísticos de amor y paz así que no podemos estar en el mismo espacio. Para huir de cualquier conflicto lo trasladamos”, explica Escrivà, que espera que Joan Ribó, el alcalde, les vuelva a recibir. “Por este ambiente que se ha creado no tenemos la confirmación. Pero conociéndole y con su política de igualad y puertas abiertas creo que lo hará”, concluye.