La Policía Nacional rescató ayer en Dos Hermanas (Sevilla) a los dos menores que habían sido supuestamente secuestrados en Granada por su padre, un expolicía local sobre el que pesaba una condena firme pendiente de ejecutar de dos años y diez meses de cárcel por maltrato a su exmujer, que tiene vigente una orden de protección hasta el 2022. Manuel Lebrón se fugó con los menores aprovechando el régimen de visitas que ambos habían acordado, una situación que el pacto de Estado contra la violencia de género aprobado hace tres meses se propuso evitar pero que, a falta de que se introduzcan los cambios normativos necesarios, aún se repite, como recordaron desde el Instituto Andaluz de la Mujer.

«¿Por qué lo consentís?», se preguntó la madre a las puertas del juzgado donde solicitó la retirada de la patria potestad a su expareja. El hombre recogió los niños, de 10 y 9 años, el día 23 y debía devolverlos a su madre en el punto de encuentro familiar de Granada el día 30. No se presentó ni respondió llamadas. Tampoco la familia paterna quiso desvelar el paradero. Sin embargo, Lebrón llamó la noche del lunes a sus antiguos compañeros de policía en Alcalá de Guadaira (Sevilla) y les dijo que los niños «no están secuestrados, están con su padre». Pocas horas después, los agentes le localizaban en casa de su actual pareja junto a los niños.

El hombre se resistió. Primero se parapetó tras los menores, y luego, con estos ya a salvo, cogió un cuchillo de grandes dimensiones y agredió a tres agentes, que tuvieron que ser atendidos en un hospital por cortes y golpes. No obstante, fue detenido y está ya a espera de pasar a disposición judicial acusado de sustracción de menores, lesiones y atentado contra la autoridad.

Durante años, la mujer sufrió malos tratos tanto físicos como psicológicos. Y desde que se separaron en el 2013, la madre ha presentado medio centenar de denuncias. Últimamente le amenazaba con llevárselos, por lo que los niños estaban «asustados».