Una de las características que coinciden en la mayoría de hombres que maltratan verbal o físicamente a mujeres es su gran dificultad, o incapacidad, para percibir el daño que causan, o experimentar los sentimientos de terror que sus acciones generan en las personas a las que atacan.

Esta observación, constatada en diferentes estudios realizados en el último decenio, ha conducido a investigadores del IDIBAPS, el instituto de investigación adscrito al Hospital Clínic, al desarrollo de un programa de realidad virtual diseñado para maltratadores, que consigue que quienes lo experimentan se perciban exactamente como las mujeres a las que agreden. Se ven con un cuerpo femenino ante un hombre que les grita, rompe objetos y se aproxima a ellas con gestos temerarios que inspiran miedo.

El programa fue incorporado hace dos años al departamento de Medidas Penales Alternativas de la Conselleria de Justicia, que lo ha aplicado a 200 hombres detenidos tras una denuncia de maltrato machista que optaron por acogerse a la iniciativa del Clínic para evitar su ingreso en prisión. La experiencia, que se extenderá en múltiples facetas más, está consiguiendo que un porcentaje significativo de participantes descubra por primera vez sentimientos de empatía, así como el reconocimiento del sentimiento de miedo que provocan cuando agreden.

"El cuerpo virtual de esos hombres experimenta una inmersión completa, si miran hacia sus pies ven que tienen el cuerpo de una mujer y hablan como ella, al tiempo que aparece un hombre que las amenaza en actitud muy violenta -explica Mavi Sánchez Vives, responsable del áres de neurociencias en el Idibaps-. Es una herramienta única que consigue reemplazar nuestro cuerpo, mucho más potente que cualquier experiencia similar observada por televisión o en el cine. Esos hombres se ven a sí mismo como mujeres agredidas, y miran a los ojos a la persona que las está atacando".

SI NO LO VIVES, NO LO SIENTES

El objetivo del proyecto del Idibaps es profundicar en el estudio de los cambios cerebrales y fisiológicos que experimental el maltratador, y avanzar en las aplicaciones del recurso. De momento, lo experimentan en el reconocimiento emocional. "Su tu no puedes reconocer lo que la otra persona está sufriendo por tu conducta, no paras -afirma Sofia Seinfeld, investigadora del área de neurociencias-. Esos hombres solo captan lo que se siente en el momento de sus acciones cuando el rostro del agresor se sitúa a medio palmo del suyo. Después reconocen mejor el miedo".

Las personas que particina en el programa de Justicia no son psicópatas, puntualizan los investigadores, por lo que no preven el riesgo de que el descubrimiento del miedo que causan les sea un estímulo de dominación.

Justicia utiliza el recurso como método para evitar reincidencias que concluyan con penas de cárcel. De momento, es la única comunidad española que ha incorporado una herramienta similar.