Pura, cristalina, transparente y recién salida de la cañería general. Ni manantiales, ni fuentes vírgenes, ni nieves perpetuas. Dasani, la nueva marca de agua mineral comercializada en el Reino Unido por la multinacional Coca Cola, ha brotado directamente del grifo.

Es exactamente la misma agua que distribuye la compañía de abastecimiento Thames Water y que cada día beben millones de londinenses. ¿La diferencia? Varios filtrados, algunos minerales añadidos y, sobre todo, un nombre exótico y el aspecto seductor que le da una luminosa botella de plástico azul. Tan irresistible presentación tiene el efecto de incrementar escandalosamente el precio del líquido en un 3.000%.

Antes de ser embotellada en la localidad de Sidcup, en las proximidades de Kent, donde se encuentra la fabrica de Dasani, el agua de las tuberías municipales cuesta 0,008 céntimos de euros el litro, pero, una vez etiquetada, la botella de medio litro alcanza en el supermercado el precio de 1,41euros.

"El agua que se distribuye en Sidcup procede de corrientes subterráneas que se alimentan de las lluvias", confirmó ayer a este diario un portavoz de Thames Water. "Dado su origen, es un agua con muchas menos impurezas y más fácil de tratar que la procedente del Támesis", añadió el portavoz en alusión a la contaminación que padece el famoso río que cruza Londres.

Coca Cola ha invertido unos 10 millones de euros (más de 1.660 millones de pesetas) en el lanzamiento de Dasani en el Reino Unido. La marca venía precedida de su fulgurante éxito en Estados Unidos, donde se ha convertido en la segunda más vendida desde su lanzamiento, en 1999. El gigante de las bebidas refrescantes ha reconocido que está comercializando agua del grifo purificada, a la que se le ha inyectado ozono, para mantenerla estéril, y se le ha añadido magnesio, calcio y bicarbonato para mejorar el sabor.

La relaciones públicas a cargo del discutible producto, Judith Snyder, asegura que "la fuente de origen del agua es irrelevante y no afecta al resultado". Según Coca Cola, antes de ser embotellada, el agua pasa por tres filtros diferentes y se le aplica una sofisticada técnica, la misma que utiliza la NASA para purificar fluidos en los viajes espaciales.

Pero los responsables de Thames Water no admiten en absoluto que el agua que sale del grifo necesite ser purificada. "Tiene los máximos niveles de calidad y es excelente para ser bebida", afirma el portavoz de la compañía, donde ha despertado un gran malestar la insinuación del que el agua de consumo general, analizada en tres millones de controles cada año, contenga impurezas. "Nunca hemos dicho que el agua del grifo no se pueda beber --contrataca Snyder--, pero Dasani es todo lo pura que el agua puede ser. Hay diferentes niveles de pureza".

La situación ahora descubierta en Gran Bretaña no es la misma que la de otros países europeos. La versión francesa de Dasani procede de auténticas fuentes de agua mineral situadas en Bélgica. En España, según aclaró ayer un portavoz de Coca Cola, también se emplea agua mineral natural, comercializada desde el verano del 2002 con el nombre de Bonaqua. El primer manantial utilizado fue el de Santalín, en la provincia de Burgos, al que posteriormente se han sumado uno en Valencia, otro en Teruel y pronto se les añadirá uno más en la provincia de Lugo.