BOTELLAS, envoltorios y todo tipo de productos han llegado por rotura gradual al nivel microscópico, al nivel de sedimentos, y son ingeridos en gran medida por percebes, gusanos y pequeños crustáceos, según se desprende de una investigación británica que hoy publica la revista Science. El trabajo ha confirmado la extensión de este fenómeno, pero no ha determinado su impacto ambiental. EFE