Más de 100.000 parejas del mismo sexo, según los colectivos gays, esperan como agua de mayo la modificación del Código Civil para casarse con los mismos derechos que los heterosexuales y formar un tipo de familia que hasta ahora les estaba vedado. Con este objetivo, el Consejo de Ministros dará mañana luz verde al anteproyecto de ley que, según el titular de Justicia, Fernando López Aguilar, hará posible que las primeras bodas gays se celebren a principios del 2005.El anteproyecto, que a finales de octubre entrará para su debate en el Congreso de los Diputados, será uno de los más cortos que han pasado por la mesa del Gabinete. Se limita a modificar tres artículos del Código Civil en la parte en la que trata el matrimonio (el 44, 66 y 67) y que hacen referencia expresa al "hombre y la mujer" o al "marido y la mujer". Serán sustituidos por otros términos como "personas" y "cónyuges" para incluir a las parejas del mismo sexo.Pero a pesar de que estas modificaciones "no pueden ser menores", según fuentes de Justicia, tendrá amplias consecuencias jurídicas. Permitirán a los matrimonios de gays y lesbianas beneficiarse de más de un centenar de derechos que hasta ahora eran exclusivos de los 8,9 millones de matrimonios heterosexuales. Entre ellos, el derecho a adoptar niños, "como consecuencia de la normalización de la convivencia", recordó ayer López Aguilar.El cambio legal convertirá a España en el tercer país del mundo que acepta los matrimonios entre parejas del mismo sexo, después de que lo hiciera Holanda en el año 2000 y Bélgica en el 2003. "Ya era hora de que seamos pioneros en algo. Siempre vamos los últimos en todo", comentó Miguel Ángel Sánchez, presidente de la Fundación Triángulo.El presidente de esta ONG, que lucha por la igualdad social de gays y lesbianas, considera que el número de bodas podría llegar a 200.000 en los próximos tres años. "Si hubiera una ley de parejas de hecho, muchos optarían por no casarse, pero al no haberla es lógico que se produzca un boom de matrimonios gays", vaticinó Sánchez.Para los homosexuales la reforma supone un hito histórico para acabar con la homofobia y adquirir igualdad de derechos. "A pesar de la presión de la jerarquía católica, seremos el tercer país del planeta en autorizar el matrimonio gay", valoró Beatriz Gimeno, presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGT).La FELGT, que agrupa a 35 asociaciones, ha citado a su consejo federal el sábado para fijar una estrategia de movilización ante las acciones emprendidas por los obispos. En un ambiente más festivo y en apoyo a la política del Gobierno ha convocado una concentración matinal para el viernes en Chueca, el barrio homosexual de Madrid.En vísperas de su congreso nacional, el PP hizo ayer un acercamiento a los homosexuales. En una alternativa que calificó de "centrada" y "moderada", el partido que lidera Mariano Rajoy propuso reconocer a las uniones de gays y lesbianas los mismos derechos del matrimonio, pero rechazando las bodas homosexuales y el derecho a la adopción.Con esta postura, frente a la "radical" del Gobierno, como la calificó el portavoz popular, Eduardo Zaplana, el PP no se desmarca ni un ápice de la Iglesia católica, que ha expresado su opinión en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo, aunque sí a favor de la regulación legal de estas parejas."Esta iniciativa revela la hipocresía política de un Gobierno que se ha caracterizado en los últimos ocho años por su homofobia", denunció Beatriz Gimeno.El diputado del PSOE Jordi Pedret aseguró que la propuesta del PP se basa en un concepto "confesional y antiguo" y persigue evitar el matrimonio entre homosexuales. "Somos radicales porque vamos a las raíz de los derechos y absolutamente radicales en defensa de la libertad de las personas", replicó Pedret al portavoz popular.