Una cuarta parte de los estudiantes del Instituto María Blasco no han acudido a clase este jueves, después de que el miércoles la Conselleria de Sanidad confirmara un caso por coronavirus de un joven de segundo de Bachillerato este centro de San Vicente del Raspeig, según publica 'Información'.

El director del IES, Domingo Castillo, ha explicado que las clases se están desarrollando con normalidad y que la mayoría del alumnado ha asistido, en torno a tres cuartas partes de los más de 1.000 jóvenes que estudian en este centro educativo. Es decir que más de 250 jóvenes no han asistido, la mayoría por temor a un posible contagio.

El director ha querido transmitir un mensaje de calma. "Han faltado algunos alumnos, pero unas tres cuartas partes han acudido a clase y la jornada está transcurriendo con normalidad. Nosotros estamos a expensas de lo que nos diga Sanidad". Y ha agregado respecto a las ausencias que "hay diversas sensibilidades" de padres que han preferido no llevar a sus hijos.

Las opiniones de los alumnos y familiares son muy diversas. Unos lamentan que no se hayan cancelado las clases y que no se informe más mientras que otros no ven motivo alguno. Pero la mayoría que personas consultadas por este medio expresaron su preocupación por esta situación.

Un grupo de chavales que ha salido en el descanso del IES explican que "vamos a dar una vuelta y volvemos. No nos vamos por el coronavirus. No hay ningún problema en clase, está todo normal. Lo único es que faltan casi la mitad de los alumnos, pero nosotros estamos tranquilos. Si hay que pillarlo lo pillaremos".

Hacer el examen y después a casa

Por su parte Esperanza González aguardaba poco antes de las 11.00 horas la salida de su hijo y estaba muy preocupada: "Lo he traído solo porque tiene un examen. En cuanto acabe me lo llevo. Ayer no fue porque no se encontraba bien, y no entiendo cómo no se han suspendido las clases. Hay bastante pánico. De su clase han faltado 10 de 19 alumnos. Hay mucha preocupación. Nos ha vuelto a tocar el Gordo", en referencia al primer premio de la pasada Lotería de Navidad que cayó en la localidad.

En cambio Arturo aguardaba a que su nieto acabara un examen para recogerlo, pero porque va en silla de ruedas por un pequeño accidente y solo ha venido por la evaluación por ello: "No hay por qué preocuparse. No ha afectado a la clase de mi nieto. Hay que mantener la calma, y frenar el alarmismo y los bulos".

Por su parte Juan José, un vendedor de la ONCE que tiene su puesto a la entrada del Centro de Salud II, muy cerca del IES, explica que "la gente está muy preocupada y se habla mucho de ello. De cómo actuar, se preguntan cosas, cómo funciona. Y lo que sorprende es que no se hayan prohibido ya eventos deportivos y cosas así, ya que igual después es demasiado tarde".