Ya se cuentan por miles las voces que piden rescatar unas instituciones científicas que agonizan desde hace años en España. Una petición popular impulsada desde la plataforma Change.org suma más de 320.000 firmas para que la inversión en este sector aumente hasta alcanzar el (prometido) horizonte del 2% del PIB, en consonancia con el resto de los estados de la Unión Europea. Mientras, miles de investigadores se siguen manifestando cada miércoles bajo el lema 'Sin ciencia no hay futuro' para ponerle cara a la precariedad del sector. El mensaje, pues, sigue siendo el mismo. Pero, en plena pandemia, su repercusión suma fuerzas.

"Si los avances médicos nos salvan a diario es porque en algún momento unos científicos se dedicaron a investigarlos. Y lo hicieron porque contaron con los fondos que necesitaban", recalcan los investigadores en un comunicado dirigido al Ministerio de Ciencia, presidido por Pedro Duque.

"Solo cuando nos vemos en medio de una pandemia mundial nos acordamos de la ciencia. Y queremos una vacuna. Y la queremos ya. Pero las vacunas no caen del cielo. Son fruto de muchos meses de investigación", añade la carta, impulsada por la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (ASEICA) y apoyada por la alianza de Centros de Excelencia (SOMMa), la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), seis sociedades científicas estatales, 31 directores de centros e institutos sanitarios de investigación y una selección de 40 investigadores españoles de referencia.

SITUACIÓN ALARMANTE

La situación de la ciencia en España es "alarmante", alertan desde los laboratorios. "Un tercio de los grupos de investigación del país llevamos desde el 1 de enero sin dinero para trabajar. Por eso muchísimas investigaciones que son necesarias no se están llevando a cabo. Están despidiendo a investigadores muy cualificados y otros muchos se están yendo ya del país", explican en la carta.

Esta precariedad estructural, además, afecta incluso a los científicos que a día de hoy luchan contra la pandemia de covid-19. "Los científicos españoles en busca de una vacuna están enlazando trabajos poco más de mileuristas enlazando contratos año a año", explicaba hace unas semanas a este diario un portavoz de la Federación de Jóvenes Investigadoras Precarias (FJI). Por no hablar de los doctorandos que, por falta de fondos, se ven obligados a tirar adelante su tesis sin fondos. Es decir, trabajando gratis.

En los últimos años, el gasto en I+D+i ha aumentado desde el 1,77% del PIB hasta el 2,07% en el conjunto de la Unión Europea. En España, en cambio, la inversión en el sector se sitúa en el 1,2%. El equivalente al presupuesto para construir 14 kilómetros de AVE. A esta falta de fondos, además, hay que sumarle que las convocatorias están llegando con más de seis meses de retraso. Y con mucho menos presupuesto del previsto.

"¿De qué nos sirve tener investigadores brillantes si no podemos ofrecerles contratos estables, ni financiar los recursos que necesitan para los laboratorios?", concluye la petición popular. El mensaje, una vez más, está claro. Sin recursos no hay ciencia. Y sin ciencia no hay futuro.