Los científicos Joan Massagué y Manuel Valiente han descubierto los mecanismos que causan la expansión desenfrenada del cáncer entre los órganos, la principal causa de los diagnósticos más pesimistas para los enfermos. La determinación del mecanismo imprescindible para las metástasis es crucial para encontrar los métodos para desactivar el desarrollo de la proliferación de las células y reducir por fin de manera significativa las elevadas tasas de mortalidad del cáncer. Ambos científicos, desde su puesto de trabajo en el Centro Memorial Sloan Kettering de Nueva York (EEUU) ya ha empezado a discriminar y evaluar la acción de los anticuerpos necesarios para frenar el cáncer en ratones. Como en cualquier investigación, es una línea de trabajo esperanzadora pero que tiene por delante todavía un arduo camino de pruebas y experimentos.

La determinación de los mecanismos desencadenantes de las metástasis es fundamental para atajar la elevada mortalidad del cáncer. Tumores inicialmente de caracter leve pueden convertirse en mortales de necesidad si se produce una expansión descontrolada de las células cancerígenas a otros organos vitales.

Según la nota de prensa difundida por el Memorial Sloan Kettering, los estudios se han centrado en el análisis de procesos metastásicos que afectan al cerebro y las enzimas generadas para defenderse de la agresión. La pieza clave del rompecabezas es la denominada plasmina, una enzima que según los investigadores del Memorian Sloan Kettering sirve para combatir la expansión de las células cancerígenas al evitar el transporte de éstas a través del aparato circulatorio. Lo que han hecho Massagué y Valiente es analizar los mecanismos que hacen que algunas células consigan evitar la acción de esa enzima protectora. El reto ahora es encontrar el fármaco o catalizador capaz de inhibir las defensas de esas células cancerígenas resistentes. Ambos investigadores consideran que mediante la experimentación con ratones serán capaces de conseguir ese objetivo.