La Policía Nacional de Málaga investiga la muerte de un hombre de 36 años que ha sido tiroteado a la salida de una iglesia en Marbella, justo cuando la familia celebraba la primera comunión de su hijo. Según las primeras pesquisas, otra persona a bordo de una moto y oculto por el casco se acercó cuando la víctima se aproximaba a su coche y le disparó varias veces. El herido fue trasladado inmediatamente hasta el hospital comarcal Costa de Sol donde falleció poco después.

Fuentes de la investigación han confirmado que el suceso se produjo, en torno a las 14.00 horas, en la parroquia Virgen del Rocío, en las inmediaciones de la barriada de Guadalmina, donde se celebraban varias comuniones y la iglesia estaba repleta. Al parecer, el hombre, un conocido empresario de la zona de nacionalidad española, se acercó junto a su familia y amigos hacia su vehículo, situado apenas a unos cien metros. Nada más entrar en el coche, un vehículo de alta gama, y según los testigos, una pequeña motocicleta se situaron a su altura y el conductor realizó varios disparos, alcanzándole en el tórax y la cabeza, dándose posteriormente a la fuga.

Los disparos se escucharon en el interior del templo. Los asistentes, alarmados, salieron al exterior y descubrieron que la víctima permanecía herida dentro del vehículo. Hasta allí se desplazaron efectivos sanitarios y de emergencias, que le trasladaron aún con vida hasta el hospital, donde acabaría falleciendo.

El agresor huyó inmediatamente del lugar en la motocicleta, y pese al dispositivo policial habilitado para tratar de identificarle, anoche no había ninguna detención. Fuentes del caso explicaron que se mantenían abiertas todas las hipótesis, aunque los diarios locales apuntaban ya a un posible ajuste de cuentas por temas vinculados al narcotráfico como móvil del suceso, recordando que en los últimos meses varios negocios de este empresario fueron quemados intencionadamente. La víctima era conocida por regentar un gimnasio especializado en artes marciales y un restaurante en la Costa del Sol.

Se trata del segundo incidente violento registrado en Marbella en apenas una semana. El pasado lunes era localizado en una cuneta de la A-7 próxima al hospital comarcal el cadáver de un hombre de unos 52 años y procedente de Europa del Este. Los conductores que pasaban por la zona llamaron de inmediato a la Policía tras percatarse de que una mujer ensangrentada, de origen sudamericano y pareja de la víctima, pedía auxilio desde el borde de la carretera.

Según trascendió, el cadáver presentaba traumatismos por todo el cuerpo y tenía las piernas vendadas. La mujer, que fue dada de alta al día siguiente, pudo contar que ambos fueron secuestrados durante el fin de semana, y que tras ser golpeados, mataron a su compañero y les abandonaron en la cuneta.