La mayoría de los médicos españoles siguen sin aceptar que la fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica sean enfermedades que merecen atención sanitaria, aseguran tanto los afectados como los escasos especialistas que les atienden. "De cada 10 médicos, 9 no creen que se trate de una enfermedad orgánica y siguen pensando que es una alteración psiquiátrica, la antigua neurastenia", asegura el doctor Joaquim Fernández-Sol , director de la Unidad de Fibromialgia del Hospital Clínico de Barcelona.

Ambas enfermedades, no obstante, se manifiestan con dolor o cortapisas físicas que impiden desarrollar cualquier actividad, salvo de forma esporádica. También perjudican la capacidad de concentración, causan fiebre recurrente, alteran el funcionamiento de la glándula tiroides e impiden dormir con normalidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó en 1988 la fibromialgia y la fatiga crónica entre las enfermedades humanas.

"La fibromialgia provoca dolor crónico y simultáneo en hasta 18 puntos del cuerpo --afirma Fernández Sol --. Cabeza, espalda, columna, pelvis y piernas son los más habituales. Ese dolor altera el sueño y el sistema inmunológico, por lo que aumentan las infecciones".

UN MILLON DE AFECTADOS Estas enfermedades afectan a más de un millón de personas en toda España. Diagnosticarlas es lento y carísimo. "En los hospitales huyen de una sospecha de fibromialgia", comenta una afectada. Confirmar el caso exige descartar previamente una larga relación de enfermedades, tantas como síntomas erráticos provocan.

Aunque tanto la fibromialgia como la fatiga crónica son procesos que no tienen cura, sí existen remedios que las atenúan. Se puede tratar el dolor, explican, la dificultad para dormir y las infecciones. También es conveniente que los afectados aprendan a realizar pequeños ejercicios físicos y que reciban apoyo psicológico.