"¿Quiere hacerlo tamaño gigante?". Con esta pregunta McDonald´s ha repartido durante años millones de calorías y toneladas de grasa suplementaria sobre sus ya generosas raciones, y por sólo unas monedas más. A finales de año, según ha anunciado la mayor cadena de comida rápida del mundo, esa oferta de gigantismo casi indigerible por un estómago medio --200 gramos de patatas y 1,2 litros de refresco-- desaparecerá de sus 13.000 locales en Estados Unidos.

Las franquicias en países como España deberán decidir si lo hacen también. De momento, EEUU y Gran Bretaña han anunciado que dirán adiós a unas raciones de patatas que aportaban 610 calorías, 29 gramos de grasa --casi la mitad de la recomendación diaria para un adulto--, 390 miligramos de sodio y 77 gramos de carbohidratos. La Coca Cola gigante aportaba 323 calorías más. Y, sumándolo todo a un Big Mac , las calorías entre pecho y espalda superaban las 1.300, y los gramos de grasa eran 44.

Lejos del paraíso

Dudosamente McDonald´s será a partir del 2005 el paraíso para los preocupados por su nutrición: sus raciones grandes siguen sumando 540 calorías. Pero nadie niega que la minimización es un logro. "Lo que se deja no son delicadas porciones, pero es un pequeño avance hacia una mejor nutrición", dice Michael Jacobson, del Centro para la Ciencia en Interés Público.

Por mucho que se empeñe en intentarlo la franquicia, es difícil desvincular el anuncio de dos factores. El primero son las demandas que, aunque murieron en los tribunales, por primera vez sentaron a McDonald´s en el banquillo por la epidemia de obesidad. El segundo es Super Size Me , el documental más comentado en el pasado festival de cine de Sundance, que llegará a los cines en primavera.

Su director, Morgan Spurlock, se sometió durante un mes a una dieta compuesta sólo por la oferta de McDonald´s; el resultado, aparte del premio al mejor director en el festival que promueve Robert Redford, fueron un hígado hecho paté, 15 kilos de más y una baja moral.

McDonald´s denostó la película --con la que rehusó colaborar-- como "una distorsión de tamaño gigante de la calidad, oferta y variedad disponible" en su cadena. La corporación dice ahora estar centrada en dar una "gama de ofertas que apoyen un estilo de vida equilibrado". En su plan entran ideas como cambiar la leche con el 2% de grasa por la que sólo lleva el 1%.

Para alimentar a quienes tengan más hambre de coincidencias, otra cuestión: una condición que se autoimpuso Spurlock era agigantar sus raciones siempre que se lo ofrecieran. Los trabajadores de McDonald´s estaban obligados a ofrecer esa opción hasta ahora, pero en sus 90 visitas Spurlock escuchó la propuesta sólo nueve veces.