El mensaje que han trasladado este martes tanto el Ministerio de Sanidad como las sociedades científicas y la organización médica colegial (OMC) es de tranquilidad, tras la investigación periodística que ha destapado miles de fallos en los implantes de uso sanitario. La ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, después de la reunión con los representantes de los profesionales sanitarios convocada por el Gobierno ante la alerta generada, ha subrayado que los problemas detectados en España son puntuales y anecdóticos. Así, ha puesto como ejemplo que del millón de productos sanitarios que cada año se aplican a pacientes en España, el año pasado se notificaron solo 4.700 incidentes, que incluyen fallos de todo tipo, incluso en los apósitos.

Si bien, la OMC, aunque ha coincidido en que la mayoría de los aparatos y prótesis cubren los requisitos exigibles, aprovechó la situación para reclamar una agenda de cambios que aporten las garantías necesarias que exige la población ante una práctica sanitaria tan común.

La organización colegial ha denunciado, por ejemplo, que los aparatos y dispositivos médicos como prótesis de cadera, marcapasos, bombas de insulina, lentillas intraoculares tienen una regulación mucho menor que la de los medicamentos. En Europa no hay una agencia central para evaluarlos y el conjunto de organismos notificadores autorizados, empresas privadas en su mayoría, pueden otorgar la conformidad europea con escasos requerimientos, señaló en un comunicado.

Además, la OMC lamentó la falta de trasparencia de los registros nacionales y los conflictos de intereses preocupantes. Por ello, pidió a la UE que revise y refuerce los mecanimos de evaluación precomercialización y post-implantación, incluso si ello supone un cierto retraso para conseguir las garantías de seguridad, ya que los efectos adversos de los implantes pueden tener un impacto directo en la salud y la vida.

"Garantías adicionales"

Asimismo, reclamó que España añada garantías adicionales. La red de agencias de evaluación de tecnologías tiene la competencia y la capacidad legal para desarrollar análisis de coste-efectividad de estos productos. Lo que le falta es músculo suficiente y la vinculación de su asesoría experta, a la toma de decisión final sobre la incorporación de esos productos a la cartera de servicios de financiación pública.

En este sentido, la OME recuerdó que hay propuestas para crear un organismo centralmente coordinado para la evaluación de tecnologías, similar a la Agencia del Medicamento, que algunas sociedades científicas apoyan.

En España, 25.000 fallos en 10 años

La investigación periodística destapa que en los últimos diez años han fallado 3,6 millones de dispositivos, que han provocado la muerte de más de 82.000 personas en todo el mundo. En España, entre el 2007 y el 2017 se han registrado fallos en 25.000 dispositivos, ocho complicaciones al día.

Si bien, Sanidad insistió en que los problemas son estadísticamente menores ante la implantación de un millón de dispositivos al año, que han supuesto un avance en los tratamientos, han evitado muertes o intervenciones quirúrgicas agresivas, según destacó Carcedo.